Era la estrella de la celebración taoísta que se realizó este fin de semana en Kuala Sanglang, Malasia. Lim Ba, conocido como "perro negro" en su pueblo, era monje y médium, y muchos en la región consideraban que tenía poderes sobrenaturales.
Luego de varias horas de rezos, Ba se preparó para efectuar el rito del "hombre humeante". Para eso se sentó en una bandeja gigante, ubicada encima de una fogata, y lo taparon con una gran olla dada vuelta.
El objetivo del ritual es aguantar el mayor tiempo posible, mientras las porciones de arroz, maíz y vegetales que rodean al hombre se van cocinando. Ya lo había hecho muchas veces y su marca máxima habían sido 75 minutos ininterrumpidos.
Sin embargo, esta vez fue diferente. Media hora había pasado desde que lo taparon cuando sus asistentes empezaron a escuchar los golpes desesperados que provenían de la olla. Al destaparla, encontraron a "Perro negro" agonizando.
Llegaron a sacarlo del fuego y trataron de atenderlo, pero era tarde. La Policía confirmó que murió allí mismo de un infarto, luego de haber sufrido graves quemaduras de segundo grado.
"Cuando llegó la ambulancia, mi padre ya había dejado de respirar. El año pasado le habían hecho un bypass en el corazón debido a dificultades respiratorias", contó Kang Huai, su hijo, de 32 años.
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