La destacada periodista rusa Tatiana Felgenhauer sigue en sala de terapia intensiva en "estado bastante grave" tras haber sido apuñalada en el cuello el lunes por un hombre que irrumpió en el estudio de Ekho Moskvy, la estación de radio en la que trabaja.
Afortunadamente las cuerdas vocales de la sub editora en jefe de 32 años no se vieron afectadas y el pronóstico es "favorable", informaron fuentes del hospital en el que está siendo atendida.
La policía privilegió el lunes la hipótesis de una "hostilidad personal" del atacante contra la víctima y publicó un video en el que el hombre, un ciudadano rusoisraelí de 48 años nacido en Abjasia y residente en Israel llamado Boris Grits, hace comentarios poco coherentes, afirmando tener un "vínculo telepático desde 2012" con la víctima y que ésta lo "perseguía sexualmente todas las noches" a través de este "vínculo".
Esta hipótesis fue rápidamente tomada por el gobierno ruso. "Las acciones de un hombre loco son las acciones de un hombre loco", declaró a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, asegurando que "intentar vincular este trágico acontecimiento con otra cosa no es lógico ni correcto".
Desde la propia estación hablan de un ataque premeditado en el que Grits inutilizó al guardia de seguridad del edificio con gas pimienta y luego subió al piso 14 buscando específicamente a Felgenhauer. En su blog personal disponible online, Grits había escrito numerosos artículos en contra de la periodista, a quien calificaba de "bastarda".
Por su parte, el sindicato de periodistas rusos lamentó la reciente difusión de reportajes contra Ekho Moskvy (Eco de Moscú) en el canal público de información Rossiya-24, que difunde los puntos de vista del Kremlin.
"Pensamos que esos temas alimentan el odio contra nuestros colegas y pudieron provocar el ataque contra Tatiana por un individuo desequilibrado", afirmó un comunicado del sindicato.
Ekho Moskvy, primera emisora libre creada en 1990 antes de la caída de la Unión Soviética, pasó bajo control del grupo público Gazprom en 2001, un año después de la llegada al poder de Vladimir Putin.
A pesar de esto sus programas se han hecho famosos por criticar a los políticos y empresarios rusos, y en consecuencia varios de sus periodistas han recibido amenazas de muerte.
Yulia Latynina, otra conocida reportera de la misma estación, emigró de Rusia en septiembre luego de que su auto fuera incendiado en un presunto atentado.
Al respecto Latynina consideró que las acciones de Grits "se enmarcan en una serie de ataques sobre periodistas independientes y opositores, que quedan impunes".
Dos años atrás lo mismo había ocurrido a Karina Orlova, también de Ekho Moskvy, quien tuvo que dejar el país por amenazas contra su vida, según reportó The Daily Beast.
Medios estatales tradicionalmente encolumnados con el Kremlin, como Rossiya-24 o RT, han criticado en el pasado a la estación de radio por su cobertura crítica del gobierno de Putin.
Apenas dos semanas atrás Rossiya-24 describió a la estación como "un brazo del "Departamento de Estado de Estados Unidos", alegando que recibía dinero para "desestabilizar a la sociedad" de cara a las elecciones presidenciales de marzo. Específicamente la cadena estatal se refería al programa "Eco de Gosdep" (abreviación rusa para el Departamento de Estado de EEUU) conducido por Felguenhauer.
El columnista Oleg Kashin, otro periodista opositor que en 2010 sobrevivió a una brutal ataque sobre su vida que nunca fue investgiado a fondo, dijo a la cadena Dozhd que "la sange de Felgenhauer está en las manos de la gente de Rossiya-24"
Numerosos periodistas han sido agredidos, heridos o asesinados en los últimos años en Rusia. Según el Comité para la protección de los periodistas, unos 58 periodistas fueron asesinados en Rusia desde 1992.
Con información de AFP, EFE y AP
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