El fin de semana el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) masacró a 116 civiles mientras huía de Al Qaraytayn, último enclave que controlaba en la provincia de Homs, en Siria. En las últimas horas se difundieron detalles de la brutal masacre, según propios relatos de los residentes.
El principal blanco de los yihadistas fueron niños y mujeres. Los primeros fueron asesinados con cuchillos, mientras que las mujeres quemadas.
En plena huida, gran parte de los cadáveres fueron amontonados por los terroristas en zanjas. Otros tantos también fueron depositados en campos de cultivos.
Los hombres de Al Qaraytayn, por su parte, fueron decapitados o ejecutados.
Según consigna Daily Mail, los residentes relataron que vieron desde sus ventanas, o en plena calle, los atroces asesinatos.
Los informes indican que la mayor parte de las víctimas murieron en los dos últimos días antes de que los yihadistas se vieran obligados a abandonar la ciudad.
Ante el avance de las tropas de Bashar al Assad, más de 200 miembros de ISIS se retiraron en dirección a Badiya.
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