El gigante del acero japonés Kobe está considerando revisar su pronóstico de ganancias para este año mientras aún intenta medir el impacto del escándalo por la falsificación de datos con respecto a la calidad de sus productos y tras admitir que está perdiendo clientes, informó este lunes la agencia japonesa Kyodo.
La tercer metalúrgica de Japón había previsto reportar ganancias para marzo de 2018 tras dos años sucesivos de pérdidas, pero este anuncio se ha empañado por un potencial colapso de sus ventas tras conocerse que la compañía adulteró consistentemente datos para incumplir obligaciones contractuales.
El viernes Kobe ya había admitido haber perdido clientes a sus competidores luego de que se conociera que la falsificación también afectaba a su producto estrella, las láminas de acero.
"Estamos haciendo ajustes a nuestro anuncio sobre ganancias y no podemos comentar al respecto", dijo el vocero de la empresa a Kyodo, en referencia al reporte de desempeño en los primeros seis meses esperado para el 30 de octubre.
Kobe, a través de su marca Kobelco, tiene entre sus clientes a algunos de los principales fabricantes de autos, como Mitsubishi, Kawasaki y Subaru, y aviones de línea del mundo, como Boeing y Airbus, por lo que los efectos del escándalo aún no se miden con precisión.
A manera de ejemplo, el fabricante estadounidense Boeing utiliza aluminio de Kobe en los fuselajes de sus aviones, muchos de los cuales están volando en este momento. Airbus, su competidor europeo, compra el aluminio a otro proveedor pero usa titanio de Kobe en sus trenes de aterrizaje.
Inicialmente la compañía fundada hace 112 años aseguró que la falsificación de datos apuntó sólo a escapar de obligaciones contractuales y no a los requerimientos de seguridad de los materiales, y que afectaba específicamente a sus productos en aluminio y cobre.
Pero el vicepresidente ejecutivo de Kobe Steel, Naoto Umehara, dijo después en una conferencia de prensa que la compañía encontró un incumplimiento de las normas industriales en su planta cuprífera de Hatano, al suroeste de Tokio, junto a un nuevo caso de falsificación de datos en una unidad que corta y procesa láminas de acero.
También se halló una falsificación generalizada de los datos sobre resistencia y durabilidad de los productos de cobre y aluminio enviados a los clientes. Las irregularidades se remontan a más de 10 años, dijo un alto ejecutivo de la siderúrgica a Reuters esta semana.
La compañía ahora está sujeta a una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos mientras continúan los controles a cientos de clientes de Kobe involucrados en complejas cadenas de suministro en todo el mundo.
Fabricantes de automóviles, compañías de aviones y otras empresas manufactureras a nivel mundial se han esforzado por identificar los peligros potenciales en sus productos debido a la falsificación de datos, pero Kobe ha dicho que aún no se han reportado problemas de seguridad.
La industria japonesa se ha visto sacudida en los últimos tiempos por una serie de escándalos con respecto a sus prácticas de control de calidad e inspección. La semana pasada la automotriz Nissan suspendió la producción para revisar sus estándares, tras conocerse que sus inspectores no estaban capacitados. Por otro lado el fabricante de partes Takata se declaró en junio en bancarrota por un escándalo por bolsas de aire defectuosas.
Con información de Reuters
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