Tensión en Siria: las milicias apoyadas por EEUU están cara a cara con las tropas sirias asistidas por Rusia en un campo petrolero

El vocero de la coalición internacional que lidera Washington aseguró que se ha entablado un diálogo con Moscú para "reducir el conflicto" posible entre ambas facciones, políticamente enfrentadas pero unidas en su lucha contra el ISIS. El progresivo derrumbe del grupo yihadista ha originado una carrera por liberar el país con miras a la posguerra

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Soldados de las milicias kurdas
Soldados de las milicias kurdas de las Fuerzas Democráticas Sirias (AFP)

El portavoz de la coalición internacional que lucha contra el Estado Islámico (ISIS, en inglés) liderada por Estados Unidos anunció que su país entabló un diálogo con Rusia para evitar un posible conflicto alrededor de Al Omar, el campo petrolífero más grande de Siria y escenario del encuentro entre las milicias kurdas y árabes, apoyadas por Washington, y la tropas del régimen sirio, asistidas por Moscú.

Se trata de la primera vez que ambas fuerzas, políticamente enfrentadas pero desde hace años combatiendo al enemigo común, el ISIS, en diferentes regiones del país, se vean enfrentadas con el peligro de que estalle la violencia.

El coronel Ryan Dillon dijo a la agencia AP que la coalición internacional seguirá con su política de "reducir el conflicto" con  los rusos, para asegurarse que las milicias de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) continúen operando en forma segura alrededor de Al Omar.

Las FDS, fuerzas rebeldes al régimen de Bashar al Assad, tomaron este importante campo petrolífero el domingo, llegando pocas horas antes que los soldados sirios que se movilizaban también para arrebatárselo al ISIS.

Pero en la zona aún quedan focos de resistencia del ISIS, en especial en un complejo habitacional adyacente a Al Omar, que las FDS y la coalición buscan limpiar antes de seguir avanzando hacia la frontera con Irak y la provincia de Deir Ezzor.

El derrumbe de las defensas del ISIS en sus principales bastiones disparó una virtual carrera entre las fuerzas apoyadas por Estados Unidos y Rusia para liberar la mayor cantidad posible de territorio, una movida que tendrá amplias repercusiones en la organización de la Siria de posguerra.

De esta manera las FDS, que se habían limitado al sector norte del país, se lanzaron a todo velocidad hacia el sureste, rico en petróleo, tras capturar Raqqa, antigua capital del "califato" del ISIS.

Por su parte el ejército sirio inició un avance relámpago hacia la ciudad de Deir Ezzor, capital de la provincia homónima y bastión del grupo, para liberar a sus tropas atrapadas allí desde 2014.

El ISIS aún resiste en algunos barrios de Deir Ezzor, pero las tropas del régimen siguieron adelante para adentrarse en la provincia y cortar el avance de las FDS.

Tropas del régimen sirio en
Tropas del régimen sirio en Deir Ezzor (AFP)

Con la caída de esta ciudad el grupo terrorista ya no tendrá en su poder grandes ciudades, y su "califato" se verá reducido a un puñado de poblados alrededor de la frontera entre Siria e Irak.

Este será el último objetivo por el que pelearan las FDS y el ejército de Siria, situación a la que se sumarán, desde el este, las Fuerzas Armadas de Irak y las milicias chiitas apoyadas por Irán.

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