El gobierno ruso informó a Israel que aceptó su pedido para expandir la zona de amortiguamiento en la frontera con Siria, para evitar, así, el despliegue de fuerzas de Irán y Hezbollah a escasa distancia del territorio israelí.
Según un comunicado difundido por la agencia Asharq al Awsat, el Kremlin aceptó delimitar una zona de entre 10 y 15 kilómetros en la frontera siria, un área menor que la que había solicitado Israel, que consideraba necesario un amortiguamiento de 40 kilómetros.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunió este martes en Jerusalén con el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, de visita oficial en el país, y le advirtió que Israel no permitirá el establecimiento de bases militares iraníes en Siria.
"Irán necesita comprender que Israel no permitirá" que sus fuerzas se establezcan en el país vecino, advirtió Netanyahu a Shoigu, cuyo país es socio del régimen de Damasco (también apoyado por Teherán) en el conflicto civil que asuela Siria desde 2011.
Según el comunicado, Shoigu aseguró que las fuerzas persas y del movimiento terrorista libanés no se habían acercado a la frontera israelí desde que las tropas rusas se instalaron en Siria.
Israel, explicó el Jerusalem Post, teme que la posible victoria de Bashar al Assad en la guerra civil siria, impulsada por el apoyo ruso e iraní, ayude a Hezbollah a producir misiles de precisión y fortalezca su presencia en los Altos del Golán, junto con otras milicias chiitas.
Esta semana, Israel atacó una batería antiaérea siria cerca de Damasco, después de que un misil sirio fuera lanzado contra aviones de reconocimiento israelíes que operaban en territorio libanés, e informó a Moscú del ataque poco antes de llevarlo a cabo.
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