El Tribunal del Vaticano condenó a un año de reclusión, aunque suspendió la pena, al ex presidente del hospital Bambino Gesù, administrado por la Santa Sede, Giuseppe Profiti, por abuso de poder en el caso de la reforma del ático en el que vive el cardenal Tarciso Bertone.
Por otra parte, el mismo tribunal dictaminó la absolución del otro imputado, el ex tesorero Massimo Spina.
El presidente del Tribunal, el juez Paolo Papanti-Pelletier, leyó la sentencia en la que se condenaba a un año por abuso de poder, con lo que descartaba así la petición de tres años de condena de la fiscalía, que también le acusaba de malversación de fondos.
La condena incluye además inhabilitación de cualquier cargo público en Vaticano durante este tiempo, el pago de un resarcimiento de 5.000 euros y de las costas del proceso, así como "la suspensión condicional de la condena durante cinco años" siempre que no cometa un delito en este periodo de tiempo, pues si lo cometiera se le exigirá cumplir la pena.
El tribunal admitió la petición de absolución solicitada por la fiscalía en el caso de Spina al afirmar "que no había cometido el hecho".
El Tribunal vaticano desestimó así la acusación de malversación de fondos públicos del hospital, en detalle 422.005,16 euros utilizados para las obras de reestructuración del ático en el que vive el ex secretario de Estado vaticano Tarcisio Bertone, que fueron pagados al empresario italiano Gianantonio Bandera.
Durante el proceso, que comenzó el pasado 18 de julio, la defensa se ha basado en explicar la buena fe de Profiti.
Según su abogado, Antonello Blasi, Profiti invirtió por parte de la fundación en las obras de reestructuración del apartamento de Bertone y en todo el edificio para que ese apartamento sirviese para celebrar cenas o reuniones para recaudar fondos en favor del hospital pediátrico.
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