El estadounidense Joshua Boyle compartió la peor noticia cuando regresó a Canadá de Afganistán tras pasar cinco años en cautiverio: los talibanes asesinaron a su beba y violaron a su esposa, Caitlan Coleman, de 31 años.
Boyle, de 34, aterrizó al Aeropuerto Internacional Toronto Pearson por la noche junto a Coleman y sus tres hijos. La familia fue raptada durante un viaje como mochileros en la República Islámica y rescatada el miércoles.
La pareja viajó a Afganistán para ayudar a los aldeanos "que viven en las profundidades de ese país controlado por los talibanes, donde ninguna ONG, ningún trabajador humanitario y ningún gobierno ha sido capaz de aportar la ayuda necesaria". Por entonces, la pareja esperaba su primer hijo y dieron luz a cuatro durante su cautiverio.
"La estupidez y la maldad del secuestro por parte de la red Haqqani de un peregrino y su esposa gravemente embarazada que ayudaba a los aldeanos ordinarios de las regiones de Afganistán controladas por los talibanes, sólo se vio eclipsada por la estupidez y la maldad de autorizar el asesinato de mi hija menor", dijo Boyle tras arribar en Toronto.
El hecho ocurrió "en represalia por mi reiterada negativa a aceptar una oferta que me habían hecho los malhechores criminales del Haqqani", agregó.
También condenó: "La estupidez y maldad de la subsiguiente violación de mi esposa, no como la acción solitaria de un guardia, sino asistida por el capitán de los guardias y supervisada por el comandante Abu Hajar de la red Haqqani."
"Si Dios quiere, esta letanía de estupidez será el fin y el epitafio de la red Haqqani", concluyó.
Pese a su nacionalidad, Boyle declinó regresar a Estados Unidos a bordo de un avión militar estadounidense por miedo a estar "bajo custodia", dado su primer matrimonio con la hermana de Omar Kadhr, un ex detenido de Guantánamo Bay con presuntos vínculos con al-Qaeda.
Cuando fueron rescatados, uno de sus hijos estaba en estado de gravedad y debió ser alimentado forzosamente.
"Será de una importancia increíble para mi familia que seamos capaces de construir un santuario seguro para que nuestros tres hijos sobrevivientes puedan llamar un hogar", dijo en una declaración posterior en el aeropuerto. "Para tratar de recuperar una porción de la infancia que se han perdido".
Por su parte, el gobierno canadiense se comprometió a brindarles el apoyo necesario para su transición.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Pakistán, Nafees Zakaria, dijo que la embestida paquistaní que condujo al rescate de la familia se basó en un dato de la inteligencia estadounidense y muestra que Pakistán actuará contra un "enemigo común" cuando Washington comparta información.
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