"Nuestra democracia vive uno de los momentos más graves. No se trata de una disputa de competencias. No estamos siquiera ante un problema de orden público. Lo que vivimos en Cataluña, España y Europa son hechos que superan la controversia propia de las sociedades civilizadas", aseguró Mariano Rajoy ante el Congreso español. "Los gobernantes de Cataluña han utilizado su posición para perpetrar un ataque desleal y peligroso contra la Constitución", sentenció. Pero aseguró "no hay mediación posible entre la ley democrática y la desobediencia o la ilegalidad".
"Soy un firme partidario del diálogo, pero debo advertir que no es posible aceptar la imposición unilateral de puntos de vista que no puede aceptar una de las partes. Y no se puede negociar sobre la titularidad de la soberanía nacional. Eso lo tienen que tener en cuenta los mediadores de buena voluntad que se han ofrecido", explicó.
Para Rajoy, el presidente de la Generalitat Carles Puigdemont tiene en sus manos "volver a la legalidad o prolongar un período de inestabilidad y quebrar la convivencia en Cataluña".
"A nadie le puede gustar lo que ocurrió el 1 de octubre, ni las burdas manipulaciones, ni la imagen que se dio… Pero los responsables fueron los que se empecinaron en mantener esa convocatoria, que organizaron grupos de activistas para evitar que pudiesen actuar las Fuerzas de Seguridad", afirmó el mandatario.
Y respaldó el operativo policial en Cataluña el día del referéndum: "El Estado ha actuado como lo habría hecho cualquier Estado democrático, y por eso quiero felicitar a los españoles que han trabajado en la defensa del bien común: me refiero a jueces, Guardia Civil… Todos han desempeñado con entrega y profesionalidad su labor".
El independentismo está a punto de dar al traste con la mejor época de Cataluña en toda su historia
Según el presidente del Gobierno español, la consulta fue una farsa. "Nada importaba que los partidarios de una casilla pusieran las urnas y contaran los votos en los lugares más insospechados… No extraña que algunas urnas llegaran llenas, y el presidente proclamó su victoria antes, incluso, de que se contaran los votos", resumió.
Rajoy, además, enumeró las consecuencias del referéndum ilegal: "Desde entonces se han ido las empresas, y el sector turístico se está viendo golpeado con caídas desde el 40% en apartamentos turísticos. Y se han producido más alertas a viajeros internacionales con esta situación que con los atentados de las Ramblas de Barcelona del pasado mes de agosto".
Tras hacer un recorrido por los últimos días, pidió de manera urgente "volver a la legalidad, cuanto antes, para que no siga el deterioro económico y la tensión social. Nunca en su historia los ciudadanos han tenido más libertad. El independentismo está a punto de dar al traste con la mejor época de Cataluña en toda su historia".
"Llevamos siglos juntos y hemos sabido hacer de nuestra unión una fortaleza. Y España quiere a Cataluña con su cultura, su lengua propia y su manera de ser. Es esa España serena, de miles de españoles que han salido a las calles, también de Cataluña, para proclamar su amor a su país. Sin estridencias, sin exclusiones. Por todos ellos hay que poner fin a este desgarro con serenidad, con prudencia y con el objetivo de recuperar la convivencia", concluyó.
Más temprano, el Gobierno español y el Partido Socialista (PSOE), el principal de la oposición, habían acordado abrir en seis meses una reforma constitucional sobre el modelo de estructura territorial de España.
LEA MÁS: