Los escorpiones pueden regular las toxinas de su veneno de acuerdo al tipo de presa, como puede ser un pequeño insecto, o al de sus depredadores, generalmente pequeños mamíferos, según un estudio australiano publicado recientemente.
Se trata de la primera vez que se ha mostrado en una investigación que la química del veneno en los organismos puede regularse de acuerdo a la amenaza que se enfrenta, según un comunicado de la Universidad James Cook (JCU, siglas en inglés).
Jamie Seymor, científico del Instituto Australiano de Medicina y Salud Tropical de la JCU), que participó en la investigación, explicó que el veneno puede ser un cóctel poderoso de diferentes toxinas.
El experto explicó en un comunicado de la JCU, no obstante, que el interrogante era si su "receta" era única o "respondía a los distintos ambientes e interacciones con sus depredadores y presas".
A un grupo se le puso frente a grillos vivos y a otro se les colocó cadáveres de este insecto, mientras a un tercero se le puso frente a un ratón disecado para simular la amenaza de un depredador.
"La exposición al depredador simulado parece que disminuye relativamente la producción de toxinas que funcionarían en los insectos, mientras que en general aumenta la producción de una sección del perfil del veneno que funciona en mamíferos", comentó el ecologista Tobin Northfield, que participó en el estudio.
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