Un documento incautado por la Guardia Civil española durante un allanamiento el pasado 20 de septiembre revela el plan secreto del gobierno catalán para lograr la separación de España.
El documento, titulado "Enfo CATs Reenfocant el procés d´independencia per un resultat exitós" ("Reenfocando el proceso de independencia para un resultado exitoso"), dado a conocer por el diario El País, muestra la hoja de ruta establecida por la coalición independentista Junts pel Sí a partir de las elecciones de 2015, este devela la voluntad del independentismo de escalar el conflicto hasta lograr un referéndum pactado con el Gobierno español y la posterior declaración de independencia.
Los independentistas, según se lee en el texto, apostaban a desatar "un conflicto democrático de amplio apoyo ciudadano, orientado a generar inestabilidad política y económica que fuerce al Estado a aceptar la negociación de la separación o un referéndum forzado".
El plan se basa en dos pilares fundamentales: la colaboración de la Policía catalana y la obtención del apoyo ciudadano y de la comunidad internacional a través, por un lado, del aumento del "nivel de conflictividad" y, por otro, apelando a "las razones racionales y emocionales de un Estado propio más que en los agravios de España".
"El momento en el que haya una clara determinación ciudadana a darle apoyo y a implicarse activamente y con complicidad internacional se ha de comenzar de una manera conservadora, incrementando paulatinamente el nivel de conflictividad según la respuesta del Estado, bajo el liderazgo y con coordinación de todos los actores implicados y sin ningún género de duda de acciones y calendarios", se lee en uno de los apartados.
La hoja de ruta —incautada durante el allanamiento del domicilio de Josep María Jové Llado, secretario general de Vicepresidencia, Economía y Hacienda de la Generalitat de Cataluña y brazo derecho del vicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras— no puede ser pública, pero el objetivo de sus autores es "que la gente sepa que existe, que es ejecutable y que bien gestionado acabará comportando o el reconocimiento internacional o un referéndum forzado con el Estado, pero no se ha de hacer público con detalle".
El texto muestra cuán conscientes son los independentistas de la importancia de generar consenso alrededor de su plan y trabajar con garantías democráticas. La credibilidad internacional es fundamental, según el documento: "precipitar una declaración de independencia sin haber trabajado a fondo estos valores la haría poco atractiva a los ojos de la comunidad internacional (estrategia vista internacionalmente como escrupulosamente democrática y que puede ser un socio fiable").
Otra clave para la ejecución del plan es la colaboración de los Mossos d'Esquadra, la policía catalana acusada por las autoridades españolas de haberse negado a cerrar los centros de votación para el referéndum. "Los jefes políticos y policiales de los Mossos están totalmente involucrados en este proceso separatista", se lee en el informe, que ahora se encuentra a disposición de la Justicia.
Según el plan, el momento clave será la Declaración Unilateral de Independencia (DUI), que el presidente catalán Carles Puigdemont prometió aplicar tras el referéndum del 1 de octubre.
Los independentistas preveían en el documento que la declaración "generará un conflicto que bien gestionado puede llevar a un Estado propio", ya que "el Estado español no reconocerá el derecho a hacer un referéndum", y finalizan: "Pero si lo ve todo perdido, lo hará hacer para que lo perdamos".
Mientras para convencer a los indecisos propone pasar del "mejor unidos" al "mejor amigos" y de "romper España" a "ayudar a España".
También el documento habla de las estrategias del futuro gobierno independentista: habría un "Gobierno de transición", que llegaría hasta diciembre de 2018 y, si se garantiza una mayoría independentista, se podría formar un "Gobierno de independencia" que llegaría a septiembre de 2022, "pero que podría declarar la independencia el día después de su constitución o el día anterior a su disolución".
También se piensa en las estructuras del nuevo estado. "Hemos de asegurar el funcionamiento mínimo imprescindible de todas las estructuras del Estado para gestionar la desconexión y el nacimiento del estado propio", dice el documento.
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