Al menos tres hoteles en Calella, una ciudad costera 58 kilómetros al norte de Barcelona, echaron este lunes a 500 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil tras su participación en la represión del referéndum considerado ilegal por el gobierno de España.
Fuentes de las fuerzas de seguridad indicaron a EFE que los hoteles Palmeras, Catalonia y Vila, entre otros, los instaron a retirarse. 250 de los agentes afectados, que deberán buscar otro lugar de alojamiento, pertenecen a la Policía Nacional y otro tanto a la Guardia Civil.
Estos uniformados, en gran parte miembros de las tropas antidisturbios, fueron desplegados por Madrid para controlar la seguridad, incautar materiales y bloquear el acceso a los centros de votación durante la consulta popular, que fue prohibida por el Tribunal Constitucional hace dos semanas.
Su accionar resultó polémico ya que protagonizaron numerosos choques y hechos violentos con votantes y activistas, dejando un saldo de 893 heridos, según el gobierno de la Generalitat de Cataluña.
Además hubo también momentos de tensión con los Mossos d'Esquadra, la policía local catalana, que se negó a reprimir a los votantes y en algunas ocasiones sus oficiales se enfrentaron con las fuerzas de seguridad de Madrid.
Las imágenes y videos de la violencia del domingo recorrieron el mundo y provocaron numerosas críticas al gobierno de Mariano Rajoy. La Comisión Europea advirtió que "la violencia nunca puede ser un instrumento en política", mientras que el Parlamento Europeo aceptó tratar el tema en su sesión del miércoles.
En tanto el Alto Comisionado de la ONU dijo estar "perturbado" por la violencia y pidió una investigación "completa, independiente e imparcial" sobre los hechos.
En la semana anterior al referéndum miles de policías de otros lugares de España llegaron a Cataluña para reforzar la seguridad, los cuales debieron ser alojados en diferentes lugares, como los hoteles de Calella.
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