Cómo es Sajonia, el pequeño estado alemán donde ganaron los neonazis

Las elecciones federales alemanas parecieron ratificar el mandato de la canciller Angel Merkel, cuyo partido la Unión Demócrata Cristiana (CDU) se imponía este lunes en el conteo provisional con el 33% de los votos y deberá ahora negociar una coalición de gobierno.

Pero los comicios también marcaron la anticipada llegada del partido de ultra derecha Alternativa para Alemania (AfD) al Bundestag, pero con la sorpresa mayor de que esta fuerza lograba el tercer puesto a nivel nacional con el 12,6% de los votos, después de la Socialdemocracia (SPD) con cerca del 20%.

A pesar de que AfD tiene representación en 13 de los 16 estados alemanes, su base de apoyo sigue estando localizada en los cinco distritos de la ex República Democrática de Alemania (RDA), que en términos generales tienen niveles de pobreza, desempleo y desigualdad más altos que sus vecinos del oeste y una menor riqueza.

De esta manera, logró superar al SPD y llegar al segundo lugar en los estados de Mecklenburgo-Antepomerania, Brandenburgo, Turingia, y Sajonia-Anhalt.

Y en Sajonia AfD incluso logró imponerse ante la CDU y convertirse en la primera fuerza, aunque sea por un margen estrecho (27% a 26,9%), según reportó el periódico Die Zeit. Este resultado ses una mejora al del año pasado, cuando AfD obtuvo el 24,2% de los votos en las eleciones regionales, ocupando el segundo puesto, de acuerdo a la Deutsche Welle.

¿Pero por qué este estado en la frontera con la República Checa y Polonia se ha convertido en bastión de la ultraderecha?

Sajonia cobró fama internacional en 2014 cuando el grupo xenófobo Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente, en alemán) comenzó sus primeras manifestaciones contra el flujo de migrantes que empezaba a llegar al continente.

Por ese entonces AfD había sido recientemente fundado como un partido euroescéptico, es decir en contra de la Unión Europea, por miembros frustrados de los partidos tradicionales alemanes, y aún no tenía una identidad marcada de ultra derecha.

Pegida levantaba las banderas del tradicionalismo, el nacionalismo y el antiislamismo, y cuando Al Qaeda y Estado Islámico (ISIS, en inglés) lanzaron su campaña de ataques terroristas en Europa en 2015 el grupo cobró impulso.

Este impulso brotaba de Sajonia y específicamente de la capital Dresde, una ciudad que en la Segunda Guerra Mundial fue arrasada por los bombardeos estratégicos de Estados Unidos y el Reino Unido con una enorme pérdida de vidas, y que en la posguerra se convirtió en centro de peregrinaje de militantes neonazis.

Dresde y sus alrededores han sido también sede del creciente número de grupos terroristas de derecha que atentan contra centros de asilo para refugiados y otros lugares asociados con la inmigración, y según datos de la Oficina Federal de Crímenes (BKA) de Alemania Sajonia es uno de los estados con mayor incidencia de estos delitos en el país.

La tendencia es compartida por todos los estados de la comunista RDA, pero según destacó Deutsche Welle en un reciente artículo esta situación se contrasta con el hecho de que la inmensa mayoría de los refugiados y migrantes se encuentran en el oeste.

Las marchas de Pegida se realizaban cada lunes y en su pico llegaron a reunir a unas 25.000 personas, pero el grupo fue perdiendo fuerzas ante la reducción en la llegada de inmigrantes y luego de una serie de polémicas en torno a su líder Lutz Bachmann, quien se había fotografiado varias veces disfrazado del dictador nazi Adolf Hitler.

Sajonia es también, junto a Mecklemburgo-Antepomerania, los únicos estados en los que el Partido Nacionaldemócrata Alemán (NPD), de marcada tendencia neonazi y de extrema derecha, logró representación en sus respectivos parlamentos locales e hizo también de Dresde un bastión.

Pero la agenda de Pegida fue absorbida en gran medida por AfD, que tras no lograr ingresar en el Bundestag en 2013 pareció comenzar a adoptar posturas más cercanas a la ultraderecha.

"Pegida fue la clave para que AfD supiera dónde ir. Había una sensación en el reclamo de que la política tradicional no era la respuesta. Pegida empieza a perder fuerzas porque AfD articula sus reclamos y por sus propios errores", explicó Franco Delle Donne, consultor en comunicación en el Parlamento de Berlín y doctorando en la Freie Universität Berlin, a Infobae.

AfD también heredó de Pegida la base de apoyo en los estados de la ex RDA, y en especial en Sajonia, un territorio de 18.420 kilómetros cuadrados que es hogar para 4.055.274 habitantes.

Como otros estados de la ex RDA, Sajonia mantiene niveles de riqueza y empleo inferiores a sus vecinos del oeste, y sus ciudadanos se han sentido postergados en la primera economía de Europa. En particular la tasa de desempleo es del 7,6%, por sobre el promedio nacional de 6,3% pero debajo del 8,5% de Alemania del Este, y su PBI per capita está cerca de los 27.000 dólares, cuando la media en todo el país es superior a los 41.000 dólares (26.000 para Alemania del Este), según datos de la Comisión Europea.

Además, en el estado se ha experimentado una reducción de industrias y explotaciones mineras desde la reunificación, ya que gran parte de su maquinaria era demasiado anticuada, y desde 1990 su población se ha estado reduciendo ya que los jóvenes sajones buscan mejores oportunidades en el oeste.

Como contraste, la región ha recibido un número importante de inmigrantes provenientes mayormente de Rusia, Polonia y Ucrania, según datos del Portal Europeo de Mobilidad Laboral de la Comisión Europea. No ha estado, sin embargo, en el foco de los recientes flujos migratorios desde países de África y Medio Oriente que escapan de la guerra y la pobreza, que han preferido los estados más ricos del oeste o incluso otros países como Suecia y el Reino Unido.

Hoy en día la economía sajona está basada en las manufacturas, el comercio mayorista y minorista y el cuidado de ciudadanos en la tercera edad.

LEA MÁS:

Angela Merkel, sobre el ingreso de la ultraderecha al Parlamento de Alemania: "Plantea un nuevo desafío"<