El vicepresidente de Irak, Nuri al Maliki, advirtió que su país no permitirá un "segundo Israel" en el norte de su territorio, en referencia al plebiscito independentista que los kurdos celebrarán la semana próxima en esa región.
Además, este lunes, el Tribunal Supremo emitió una orden que "suspende la realización del referéndum, previsto para el 25 de septiembre, según el decreto del presidente de Kurdistán (…) hasta que se tome una decisión sobre los casos abiertos que pretenden demostrar el carácter ilegal de esa iniciativa", según informó la cadena Al Sumaria citando al servicio de prensa de la máxima corte de Bagdad.
Maliki pidió a los líderes del Kurdistán iraquí, que ha cobrado mayor autonomía y celebrado su identidad propia a raíz de la guerra contra el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), que "suspendan un referéndum que es contrario a la Constitución y no sirve a los intereses generales del pueblo iraquí".
"Ni tampoco a los intereses particulares de los kurdos", agregó.
La consulta popular para decidir la secesión de la región está pautado para el próximo 25 de septiembre y al momento ha sido apoyado únicamente por el Estado de Israel.
"No permitiremos la creación de un segundo Israel en el norte de Irak, un país establecido sobre bases religiosas o étnicas, como el Estado judío fue establecido en 1948, no es aceptable", aseguró Maliki, quien también fue primer ministro del país, al embajador de los Estados Unidos Douglas Silliman durante una reunión, según consigna la agencia AFP.
Además advirtió que el triunfo del "Sí" tendrá "consecuencias peligrosas para la seguridad, la soberanía y la unidad de Irak" y llamó a una reunión entre el gobierno nacional y el regional de Kurdistán en la ciudad de Erbil.
A pesar de que la causa nacional kurda ha logrado fuertes simpatías en la comunidad internacional, especialmente debido al éxito de sus tropas peshmerga en los combates con el ISIS, ningún país se había expresado a favor de la secesión por temor a un debilitamiento del gobierno iraquí, e incluso Turquía se ha mostrado enfáticamente en contra, ya que mantiene fuertes disputas con los kurdos dentro de su propio territorio.
Ni siquiera los Estados Unidos, que en Siria apoyan con su aviación a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición de milicias mayoritariamente kurdas, en los asedios de Raqqa y Deir Ezzor, dieron su venia a la iniciativa.
Pero el martes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ofreció su apoyo a "los esfuerzos legítimos del pueblo kurdo de conseguir un Estado propio".
Por su parte, las Naciones Unidas (ONU) han solicitado reiteradas veces al presidente del Kurdistán, Massud Barzani, que suspenda la consulta popular y entre en negociaciones formales y auspiciadas por el organismo internacional con Bagdad, para lograr un acuerdo en un plazo de tres años.
El Kurdistán es una región aproximada donde se asienta el antiguo pueblo kurdo, étnicamente relacionado con los iraníes, y que incluye territorios de Turquía, Siria, Irak e Irán.
Tras ser oprimidos durante décadas por los diferentes Gobiernos de los países que los alojan, el caos de la guerra civil en Siria e Irak, especialmente frente a los avances del ISIS, permitió el crecimiento de milicias y partidos kurdos que lograron establecer regiones autónomas de gobierno en ambos países.
En el caso del Kurdistán iraquí, donde se celebrará el referéndum, se trata de una zona al norte de Irak que es hogar para unas 5.300.000 personas, y su capital es Erbil. En este caso, la región autónoma está amparada en la Constitución de Irak, pero ahora sus líderes buscan la independencia.
En tanto, el Rojava surgió del levantamiento contra el régimen sirio de Bashar al Assad y se convirtió en una zona autónoma de facto, a veces también llamada el Kurdistán sirio. 4.600.000 millones de personas viven en este territorio, incluyendo árabes, asirios y turcomanos, además de la mayoría kurda.
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