La escena sorprendió a los visitantes por su belleza. Una extraña jirafa de un blanco inmaculado paseaba con su cría, igual de blanca a su madre.
Las jirafas sufren de una extraña condición genética conocida como luecismo, que da el color blanco al pelaje o, en el caso de aves, al plumaje.
A diferencia del albinismo, los animales con esta condición no son más sensibles al sol; todo lo contrario, podrían ser más resistentes a condiciones extremas de calor.
Las jirafas fueron vistas en el centro de conservación Ishaqbini Hirola, en Kenya, África. El lugar es administrado por Hirola Conservation Programme (HCP), una ong que se encarga de preservar a una de las especias más raras del mundo: el antílope hirola.
"Estaban muy cerca y extremadamente calmadas, y no parecían molestarse con un nuestra presencia. La madre se movía de un lado a otro a tan solo unos metros en frente de nosotros, mientras le hacía señas a su cría para que se escondiera detrás de los arbustos", escribió HCP en su blog.
Según HCP, esta es la tercera vez que queda registrada en video una jirafa blanca. Se sabe de otro caso en el parque nacional Tarangire en Tanzania.
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