La cartas de Albert Einstein sobre el nazismo y la Gran Depresión que serán subastadas en Los Ángeles

También saldrá a subasta una misiva de 1918 en la que el científico alemán se plantea lo que haría con el dinero del premio Nobel tres años antes de ganarlo

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En las cartas el célebre
En las cartas el célebre físico critica a Inglaterra por su tibieza ante el ascenso del nazismo y aborda los problemas económicos de la Gran Depresión

Una casa de subastas de Los Ángeles acogerá pujas hasta el próximo jueves 24 de agosto por una serie de cartas de Albert Einstein en las que critica a Inglaterra por su tibieza ante el ascenso del nazismo y aborda los problemas económicos de la Gran Depresión.

Un comunicado de la casa de subastas Nate D. Sanders detalló el contenido de estos escritos de Einstein, entre los que figura una carta de 1938 dirigida a su amigo Michele Besso en la que carga contra el primer ministro inglés, Neville Chamberlain, por firmar los acuerdos de Múnich que permitieron a la Alemania nazi incorporar a sus dominios el territorio checo de los Sudetes.

"¿Tienes confianza en los británicos o incluso Chamberlain? ¡Oh, bendita inocencia! Esperando que Hitler quizá se desquite atacando Rusia, (Chamberlain) sacrifica Europa del Este", señaló Einstein.

Asimismo, aseguró que el primer ministro británico acorraló a la izquierda francesa al apoyar a aquellos que defendían "mejor Hitler que los rojos".

"La política de exterminio contra España ya ha mostrado esto claramente. Ahora ha salvado a Hitler por los pelos mientras se corona con la guirnalda del amor y la paz e induce a Francia a traicionar a los checos. Hizo todo esto de una manera tan inteligente que ha engañado a la mayoría de la gente, incluso a ti desafortunadamente", añadió.

“No me queda ninguna esperanza en el futuro de Europa”, remató Einstein en un texto muy amargo y pesimista.

"Creo que nuestra economía tiene un defecto fundamental: adolece de un exceso de mano de obra no cualificada. Siempre ha sido así pero ahora es más verdadero que nunca", opinó.

En otra carta, esta vez
En otra carta, esta vez firmada en 1932, el autor de la Teoría de la Relatividad abordaba la Gran Depresión y la crisis económica mundial de los años 30

"No soy un socialista o un comunista. Tengo mis dudas de que pueda haber una productividad saludable dentro de una economía planificada centralmente. Sin embargo, creo que la comunidad tendría que reducir el exceso de mano de obra no cualificada con medidas restrictivas que mantengan los salarios lo suficientemente altos que permitan a las masas comprar bienes", añadió.

"Sin ese tipo de medidas, una gran cantidad de personas, especialmente todos los trabajadores no cualificados, se verán reducidos a un nivel de innoble subsistencia y una considerable porción de ellos serán desplazados fuera del ciclo económico y, de este modo, aplastados", indicó.

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