El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) comenzó una renegociación este miércoles con la presencia de altos representantes de sus tres países firmantes, México, Estados Unidos y Canadá, en un proceso que se anuncia espinoso para la meta de dejar satisfechos a todos los participantes.
Desde su origen, el TLCAN ha sido muy controvertido. Injusto y destructor de empleos, según sus detractores, y un impulsor del crecimiento, según sus defensores. Su final (o modificación) fue un constante lema de campaña para Donald Trump, que lo ha calificado de "desastre" y quiere enviar una señal política fuerte, apremiado por sus promesas electorales.
"Es un día histórico. Por primera vez en la historia vamos a revisar un gran acuerdo comercial", comentó el Representante de Comercio Exterior de los EEUU, Robert Lighthizer en su declaración formal al comienzo de la primera ronda de conversaciones, que se prolongarán hasta el domingo en Washington. Según resaltó, el acuerdo "ha fracasado para muchos, muchos estadounidenses", y explicó que la Casa Blanca no busca un simple ajuste, sino "cambios relevantes", mencionando el área automotriz y las regulaciones laborales.
"No se trata de romper aquello que ha funcionado, sino, por el contrario, de mejorar nuestro acuerdo", manifestó por su parte el ministro de Economía de México, Ildefonso Guajardo.
Los Estados Unidos deploran su balanza comercial con México, que desde la firma del tratado pasó de un excedente de 1.300 millones de dólares a un déficit de 64.000 millones de dólares.
Para México, en tanto, el TLCAN se volvió crucial, al enviar a los Estados Unidos el 80% de sus exportaciones, esencialmente bienes manufacturados y agrícolas. El acuerdo ha impulsado significativamente el sector automotor mexicano, que creció gracias a su oferta de mano de obra barata, animando a los fabricantes estadounidenses a cerrar plantas en su país de origen.
La revisión del mecanismo de regulación de controversias comerciales, conocido como el "Capítulo 19", que permite arbitrar litigios relativos al dumping, se anuncia como otro tema espinoso. Favorable a Canadá, en particular con relación al sector de la madera de construcción, es resentido por los Estados Unidos, que buscará suprimirlo.
La revisión del TLCAN fue impulsada por Washington bajo Trump, pero los tres países coinciden en que renegociar un acuerdo de casi un cuarto de siglo, diseñado antes de la era Internet, traerá beneficios para todos. Un buen acuerdo para los tres países podría mejorar la competitividad de Norteamérica frente a Asia.
La segunda ronda de negociaciones del TLCAN se realizará en México alrededor del 10 de septiembre.
(Con información de AP y AFP)
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