"Te pega un tortazo gordo al cerebro. Es raro. Como si te subiese una borrachera de golpe. La sensación es difícil de describir. Cuando lo chupas parece dulce. Cuando te entra al cerebro te atonta casi al instante. Parece que vayas a perder la conciencia, pero no llegas a ese punto. Lo que te llega es la risa. Te ríes como un idiota. Yo he leído por ahí que dura tres minutos, pero qué va. El pepino igual te aguanta un minuto. Como mucho luego se te queda la sonrisa puesta y la cara de tonto", así describió un usuario de esta droga al diario El Español la sensación tras probar el gas de la risa.
¿De qué habla? Del óxido nitroso, una droga que tienen distintos usos que lo convierten en una sustancia legal, como analgésico y anestésico ocasional. Sin embargo, ahora se transformó en una moda en las exclusivas playas europeas y su uso social es muy peligroso.
Según detalló El Confidencial, su uso se ha popularizado en las zonas de ocio de Ibiza, Marbella o Lloret de Mar. La dosis cuesta tres euros (3, 5 dólares) y es fácil de conseguir. La Policía ha decomisado ya casi 4.000 dosis en estas zonas de playa. La suelen consumir turistas ingleses y no es tan inocua como parece, ha causado 17 muertes en los últimos 10 años en Reino Unido.
Quienes inhalan este gas de la risa corren el riesgo de quedarse inconscientes por falta de oxígeno en el cerebro.
El Español detalla que la policía decomisó en las dos últimas semanas diversas cantidades de cápsulas de óxido nitroso: el primer decomiso tuvo lugar el 18 de junio en Ibiza, donde la sustancia ya es una vieja conocida de los veraneantes. El segundo en Marbella, donde las autoridades intervinieron 2.400 dosis. La tercera operación tuvo lugar en Lloret de Mar durante la noche de San Juan. El cuarto caso tuvo lugar anoche, otra vez en Ibiza, cuando la policía requisó 700 dosis a un vendedor callejero.
Luego de consultar a especialistas, la BBC detalló que quienes inhalan este gas de la risa corren el riesgo de quedarse inconscientes por falta de oxígeno en el cerebro. De hecho, la mayoría de las muertes registradas fueron por asfixia y estaban relacionadas con el uso de bolsas de plástico para su consumo. También existe el peligro de que el usuario se queme la garganta cuando el gas sale del bote, aunque es un riesgo poco común.
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