Un niño de seis años murió en Monza, en el norte de Italia, a causa de complicaciones cerebrales y pulmonares por el sarampión. Según detalló Euronews, el pequeño, que padecía leucemia y no podía ser vacunado, fue contagiado por sus hermanos mayores que tampoco habían sido inmunizados por decisión de los padres.
El menor fue internado el 15 de marzo y un día después los médicos confirmaron el diagnóstico. La víctima comenzó entonces una terapia intensiva para el tratamiento de los pulmones pero no la superó y murió.
Hasta el momento, se desconoce la identidad de la víctima y la de los padres, que tampoco han hecho declaraciones, aunque las autoridades presuponen que forman parte del colectivo antivacunas, que en los últimos años ha ido ganando adeptos en Italia. Según el asesor en materia sanitaria de la región de Lombardia, Giulio Gallera, la llamada "inmunidad de grupo", la protección de la que goza el total de la población cuando al menos un 95% del colectivo está vacunada, "es la única vía para proteger a los menores inmunodepresivos que han contraído enfermedades como el niño del hospital San Gerardo".
Según el ministerio de Salud de Italia, desde el inicio del año se han registrado 3.000 casos de sarampión y eso que, lo que algunos denominan epidemia, está en descenso. El Gobierno italiano tuvo que actuar con una ley aprobada en mayo que multa a los padres que no vacunen a los niños.
Pedir libertad para no vacunar a los hijos es como pedir libertad para ir por una carretera a 300 kilómetros por hora. Es peligroso no solo para uno mismo sino también para los demás
Así, a los padres que hayan decidido no vacunarlos y cuyos hijos sean menores de seis años se les impedirá ingresar al jardín y, en caso de que superen esa edad, las multas oscilan entre los 500 y los 7.500 euros. Las penas incluyen, incluso, la pérdida de la custodia de los menores.
"Pedir libertad para no vacunar a los hijos es como pedir libertad para ir por una carretera a 300 kilómetros por hora. Es peligroso no solo para uno mismo sino también para los demás", explicó para el medio europeo Roberto Burioni, inmunólogo y alergólogo.
La proliferación de teorías pseudocientíficas ha provocado, según expertos, un aumento de los casos de esta enfermedad que también ha hecho saltar las alarmas en Europa.
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