Hace un año, Ana y Daniel Parra confesaron en un programa de televisión español que aparte de ser hermanos por parte de padre también eran novios. El diario El Mundo publicó una radiografía de esta historia real que bien podría ser una novela .
Ana y Daniel Parra son novios y también hermanos. Ella tiene 28 años y trabaja en una tienda de decoración. Él, de 25 años, es encargado en un supermercado. Comparten apellido, departamento, perro y en 13 semanas también serán padres.
Cuando Ana tenía 20 años se enteró de que su padre, el hombre que la abandonó de bebé, había tenido un hijo fruto de otra relación. Valiente, buscó a su hermano por Facebook. Empezaron a hablar, se hicieron amigos…. hasta que un día se dieron cuenta de lo que sentían, según ellos mismo cuentan. Era amor. Conscientes de que no sería fácil, decidieron ocultar su relación por dos años hasta que, hartos de esconderse, se atrevieron a sacar a la luz su historia a lo grande en un programa de televisión. Y, ahora, un año después de su confesión en público, revelaron que serán padres.
Así revelaron su relación en TV
"Una noche, salimos de fiesta y la besé en medio de la discoteca. Ana se quedó en shock, pero confesamos nuestros sentimientos y decidimos tirar para delante", contó Daniel en una entrevista a Univisión.
El padre de ambos, que retomó la relación con su hija, tampoco sabía nada. "Cuando lo soltamos en el programa de televisión nuestro padre nos dijo que algo se olía. Mi madre no se lo tomó muy bien al principio pero ahora está encantada porque va a ser abuela", reconoció Ana.
El diario español advierte que el camino no será fácil. Ana y Daniel, que serán padres en diciembre, tienen en mente casarse, aunque el Código Civil prohíbe el matrimonio entre parientes directos, pese a que el incesto no es delito desde 1978.
Otro de los contratiempos a los que se pueden enfrentar por su condición de hermanos es el momento en que Dani quiera aparecer en la partida de nacimiento como padre del bebé. A ojos de la ley española, es su tío. "Está previsto en el Código Civil que cuando los padres son consanguíneos, sólo se puede inscribir a la madre y no al padre, salvo que haya autorización judicial con intervención del fiscal", afirma Luis Zarraluqui, presidente de honor de la Asociación Española de Abogados de Familia.
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