Un fanático del Estado Islámico anunció el ataque cuatro horas antes y los yihadistas lo celebraron en las redes sociales

La cuenta de Twitter de un simpatizante del grupo terrorista amenazó con un ataque en Manchester antes de que se produjera. El ISIS se atribuyera el atentado en el que murieron 22 personas y 59 resultaron heridas

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La policía británica investiga los mensajes de un usuario en Twitter, quien cuatro horas antes de la explosión amenazaba con un acto terrorista durante el concierto, al tiempo que simpatizantes del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) celebraron en las redes sociales el atentado en el estadio Manchester Arena (Reino Unido), que dejó el lunes un saldo de 22 muertos y 59 heridos.

En la mañana de este martes, el ISIS finalmente le adjudicó la autoría a un soldado del califato y celebró la matanza

Los hechos ocurrieron durante el concierto de la cantante de pop estadounidense Ariana Grande. Instantes después de que la artista cantara su última canción, un atacante suicida accionó una bomba.

"¿Olvidaron nuestra amenaza?", publicó el usuario @owy663, investigado por las fuerzas de seguridad. El mensaje venía acompañado con la etiqueta #ISLAMICSTATE (Estado Islámico) y #Manchesterarena.

El mismo usuario publicó también un tuit con la bandera del ISIS. Pero su cuenta, junto con otras docenas, fueron suspendidas por Twitter.

En otras de las cuentas suspendidas, un simpatizante publicó una foto con propaganda yihadista con un cuchillo ensangrentado y una leyenda que dice: "Sólo terror", "Mátenlos donde quiera que los encuentren".

En Telegram, un grupo de simpatizantes del ISIS, donde comparten noticias del grupo radical, celebró el ataque con decenas de mensajes, según reportó el sitio de monitoreo yihadista SITE.

"El terror es la forma de llevar las llamas de la guerra a ustedes", se lee en uno de estos mensajes.

También se distribuyeron instrucciones detalladas para la construcción de bombas caseras, como las presuntamente utilizadas en el ataque en Manchester.

Incluso se atribuyó el atentado a una venganza por ataques aéreos de la Real Fuerza Aérea británica en Raqqa, capital de facto del ISIS en Siria.

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