Las imágenes publicadas en la cuenta de Twitter de la Flota del Pacífico estadounidense confirman que el portaaviones USS Carl Vinson está cada vez más cerca de la península coreana, donde el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, continúa apostando por una estrategia militar de política arriesgada que podría desencadenar en una guerra irreversible ante un mínimo error de cálculo.
Las últimas maniobras del líder comunista entretienen la idea de destruir tanto al USS Carl Vinson como a la ciudad de Los Ángeles y a la Casa Blanca.
En una de las más recientes transmisiones propagandísticas por la televisión estatal del régimen, Kim Jong-un insinúa que utilizará sus misiles y armas balísticas en contra del buque de guerra enemigo. Confiado, el video afirma que Corea del Norte es "un país fuerte que lidera el mundo en tecnología nuclear y de misiles".
Ya China, a la que Trump ha encargado resolver la tensión, advirtió que el país comunista está cerca de cruzar "un punto de no retorno", mientras que Trump no descartó hoy la idea de iniciar un "gran, gran conflicto" con Corea del Norte si no limita su programa nuclear.
La inminente llegada del USS Carl Vinson podría culminar en un punto de inflexión en la península coreana sin vuelta atrás. El enfrentamiento entre dos líderes sumamente impredecibles compromete la paz que disfruta hoy el continente asiático.
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