Los investigadores alemanes persiguen la pista de militantes de extrema derecha como responsables del ataque con tres bombas a un autobús del equipo de fútbol Borussia Dortmund ocurrido la semana pasada, según reportaron medios locales.
También se cree que los explosivos utilizados podrían provenir de los depósitos de las Fuerzas Armadas de Alemania, ya que se trató de material de uso militar rara vez hallado en los artefactos caseros producidos por grupos terroristas como el Estado Islámico (ISIS).
"Los explosivos en las bombas de tubo, que estaban llenos de pedazos de metal, podrían haber venido de los depósitos del ejército alemán aunque aún debe ser confirmado", dijo una fuente ligada a la investigación al periódico berlinés Welt am Sonntag.
La fuente también señaló que se requiere de conocimientos militares para manejar los detonadores utilizados en la acción terrorista.
En el lugar de los estallidos en Dortmund se hallaron tres cartas idénticas en las que se exigía terminar con los vuelos de reconocimiento de la Fuerza Aérea alemana sobre Siria y cerrar la base de Estados Unidos en el país, mientras que se reivindicaba los ataques "en el nombre de Alá".
Por esta razón la primera línea de investigación apuntó a radicales islámicos, pero ningún grupo terrorista se atribuyó la responsabilidad y el único detenido acusado de ser miembro del ISIS no tenía vínculo alguno con el ataque en Dortmund, según dijo la fiscalía.
Tiempo después, el periódico Der Tagesspiegel recibió una carta de un grupo de extrema derecha que se atribuyó el ataque y amenazó con repetirlo.
La facción hacía referencia a Adolf Hitler, se declaraba en contra del multiculturalismo y aseguraba que las tres bombas eran la "última advertencia" antes de lanzar otro ataque el 22 de abril, cuando el movimiento de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD, en alemán) celebre una convención en Colonia que se espera que atraiga también a miles de detractores de izquierda para protestar, según reportó el periódico británico The Independent.
Según una fuente que habló con el tabloide Bild, los fiscales federales que llevan el caso están examinando esta última carta y especulan que las primeras tres hayan sido parte de un plan para inculpar a grupos islamistas y confundir a los investigadores.
"Las circunstancias actuales nos llevan a creer que lo más probable es que los perpetradores tengan antecedentes en la extrema derecha", dijo la fuente.
Por su parte el portavoz de la fiscalía, Frauke Köhler, confirmó ante la prensa que existen "dudas significativas" sobre la veracidad de las cartas, una opinión compartida por el ministro del Interior de Renania del Norte-Westfalia, donde ocurrió el ataque, Ralf Jäger.
Estas dudas surgen especialmente debido a que el uso de una misiva en papel pidiendo acciones concretas, como el fin de las misiones de reconocimiento o el cierre de la base estadounidense, no cuadra en el patrón del ISIS donde los perpetradores suelen dejar filmaciones de sí mismos jurando lealtad al líder del grupo, Abu Bakr al Baghdadi, y llamando a "matar infieles" sin que medien demandas.
El pasado martes 11 de baril los jugadores del Borussia Dormund se dirigían en autobús a su estadio para enfrentarse al AS Monaco en un partido de la Champions League, cuando tres bombas escondidas en los arbustos estallaron. El español Marc Bartra y un oficial de policía resultaron levemente heridos.
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