Vladimir Putin dijo este martes que el gobierno sirio está dispuesto a recibir a expertos internacionales para que revisen sus bases militares y determinar si poseen armas químicas, luego del ataque con agentes neurotóxicos que causó más de 80 civiles muertos en una región controlada por los rebeldes.
El mandatario ruso, aliado del régimen de Bashar al Assad, se mostró a favor de que la ONU abra una investigación al respecto y calificó de "provocación" las múltiples acusaciones que llegaron desde numerosos líderes del mundo contra el dictador sirio, luego del brutal ataque en un poblado en la provincia de Idlib.
Para Rusia y Siria, el bombardeo habría impactado sobre una reserva de arsenal químico de los insurgentes, lo que ocasionó la dispersión del material en la localidad. En ese sentido, Putin aseguró tener informaciones sobre intentos de inculpar a Al Assad de nuevos ataques.
"Tenemos información de diferentes fuentes de que similares provocaciones, y no las puedo llamar de otra forma, se preparan en otras regiones de Siria, donde se proponen colocar alguna clase de sustancia y culpar de su uso a las autoridades sirias", dijo Putin en una rueda de prensatras reunirse con el presidente italiano, Sergio Mattarella.
Sin embargo, el mandatario ruso no ofreció ninguna prueba de esa afirmación, pero comparó la situación con la vivida en 2003. "Ya vimos todo antes. Me recuerda cuando EEUU dijo que estaba buscando armas en Irak", señaló.
Poco antes de que aterrice en Moscú Rex Tillerson, secretario de Estado norteamericano, Putin subrayó que todos los incidentes con el uso de armas químicas deben ser investigados.
En tanto, una vocera del Kremlin informó que los cancilleres de Rusia, Irán y Siria se reunirán este fin de semana en Moscú.
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