El ex presidente egipcio Hosni Mubarak, quien gobernó de manera autoritaria al país árabe desde el 14 de octubre de 1981 hasta el 11 de febrero de 2011, fue puesto hoy en libertad luego de que la Justicia absuelva su condena a tres años de prisión por apropiación de fondos públicos reservados a los palacios presidenciales.
Con 88 años de edad, el dictador abandonó el hospital militar de Maadi, en el suroeste de El Cairo, donde pasó buena parte de su detención debido a su delicado estado de salud y se dirigió a su residencia en el barrio de Heliópolis al noroeste de la ciudad.
En 2012, un año después de la revolución que acabó con su mandato, Mubarak fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de más de 800 manifestantes durante los 18 días que duraron las protestas de la Primavera árabe, pero sólo meses después un tribunal de apelación declaró nulo el fallo.
En enero de 2016, fue finalmente sentenciado por cargos de corrupción a tres años de prisión, pero la pena pronunciada tenía en cuenta el tiempo ya cumplido en prisión desde su detención en 2011 y fue nuevamente absuelto el pasado 13 de marzo tras lograr reducir su condena.
Ante la impunidad, hoy se encuentra libre en su hogar sin responder por los abusos y la corrupción que marcaron los 30 años de su Gobierno.
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