Un año después de los atentados yihadistas en Bruselas que dejaron 32 muertos y cientos de heridos, Bélgica recordó el miércoles a las víctimas del ataque más sangriento de su historia, que la ha dejado inmersa aún hoy en un estado de alerta y miedo.
El aniversario coincidió con un un nuevo atentado, esta vez en Londres, donde un atacante embistió a un grupo de peatones y atacó a otros, en las puertas del Parlamento británico. El ataque, en el que murieron 4 personas y 20 resultaron heridas, no ha sido por el momento reivindicado por ningún grupo; por tanto, se desconoce si la fecha fue elegida intencionalmente en coincidencia con Bruselas.
"Deseo a cada uno de nosotros todo el coraje necesario para afrontar esta fecha simbólica, toda la fuerza para continuar este combate, que no dura un día, ni un año", dijo Christelle, una mujer que resultó herida cuando Khalid El Bakraoui se hizo estallar en la estación del metro Maalbeck y dejó como saldo 16 personas muertas.
Poco antes, su hermano Ibrahim y Najim Laachraoui explotaron en el aeropuerto de la ciudad Belga, asesinando a otras 16.
Los tres ataques fueron reinvindicados por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS).
"El 22 de marzo es también mi aniversario. En principio, no hay nada que celebrar, pero el amor triunfa", dijo Kristin Verellen, que perdió a su pareja Johan, de 58 años, también en Maalbeck.
Kristin y Christelle ofrecieron estas palabaras durante el acto de homenaje en el metro de Bruselas, en el que se inauguró una placa con el lema "Nunca olvidaremos", con la presencia de los reyes belgas, Felipe y Matilde.
"Es responsabilidad de cada uno de nosotros volver nuestra sociedad más humana y más justa", dijo el soberano. "A la duda y el temor, han contrapuesto el coraje", agregó al momento de inaugurar una escultura en recuerdo de las víctimas de Bruselas y también de París, Niza, Estambul y muchos otros lugares afectados por el terrorismo.
También hubo homenajes en el aeropuerto de Bruselas y en el barrio de Molenbeek, donde los yihadistas vivían y desde donde partirán tres desfiles hasta la plaza de la Bolsa.
Pocos días antes de los ataques, la policía belga había cercado Molenbeek a la búsqueda de Salah Abdeslam, miembro de la célula que atacó París a fines de 2015. Los expertos señalan que su eventual captura con vida podría haber precipitado los ataques en el aeropuerto y el metro de Bruselas.
Abdeslam fue extraditado a Francia y se encuentra en medio de un proceso judicial acusado de asesinato y de participar en actividades terroristas. Pero su negativa a hablar deja aún muchos interrogantes sobre los ataques en París y Bruselas.
Principalmente, los investigadores todavía no saben quién dio la orden de atacar, aunque sospechan de Oussama Atar, un belga de ascendencia marroquí que podría encontrarse en Siria o Irak y que es un veterano yihadista del ISIS.
El pequeño país europeo, cuyos ciudadanos en proporción se han enrolado en las filas del ISIS más que los de ningún otro lugar, sigue en un nivel de alerta de 3 sobre 4, con militares patrullando las calles bajo una "posible y verosímil" amenaza terrorista.
Con información de AFP
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