Los millenials, aquellos jóvenes adultos nacidos entre los años 1980 y 2000 y fuertemente influenciados por la revolución tecnológica, se han convertido en objeto de estereotipos y de las criticas más diversas, probablemente más que cualquier otra generación que los haya antecedido.
Acusaciones que van desde su supuesta aversión a la política y ausencia total de patriotismo, su incapacidad de independizarse del núcleo familiar, excesivos e injustificados niveles de autoestima, falta de ética laboral y un estado constante de desinformación, entre tantas otras falencias, parecerían anunciar un panorama sombrío para un planeta que estará en sus manos en las próximas décadas.
Uno de los principales aspectos de la vida de cualquier persona que han sido modificados de manera radical a nivel mundial con la irrupción de los millenials es el que concierne al amor, las citas, relaciones íntimas y los potenciales proyectos familiares que se puedan formar en pareja.
Según en estudio compartido por el sitio de citas online Match.com, que cuenta con presencia en 25 países, son los propios millenials los que reconocen los cambios y dificultades que enfrenta su generación para encontrar a su media naranja, planteándose a la vez si realmente ése es el objetivo final que alcanzar.
Con respecto a la injerencia de la tecnología en su vida amorosa con la omnipresencia de aplicaciones para citas que permiten contactarse con una cantidad de prospectos románticos que hasta hace solo unos años ni siquiera hubiesen soñado tener la posibilidad, el 57% asegura que no dudaría en generarse un perfil en Tinder, OkCupid, Happn o Bumble.
Otro aspecto que diferencia a los millenials de generaciones pasadas, como los baby-boomers, aquellos nacidos luego de la Segunda Guerra Mundial, es que el 48% de ellos no dudaría en tener relaciones sexuales antes de lo que se conoce como una primera cita, mientras que cerca del 30% asegura utilizar el sexo como un estímulo para llegar eventualmente al amor.
Según la Dra. Helen Fisher, antropóloga biológica convertida en la asesora científica principal de Match.com, los millenials no se meten en la cama sólo para tener sexo, sino que lo hacen para conocer a la otra persona y, sobre todo, poder definir en el proceso si se justifica invertir tiempo y energía en el prospecto amoroso.
Es que al parecer, y al contrario de lo que muchos de los adultos mayores que los deben "padecer" aseguran, los millenials son una generación por demás ocupada, que busca aprovechar al máximo el tiempo y experta en saber dividirse entre obligaciones y actividades que brindan placer.
La Dra. Fisher asegura que debido a la naturaleza ambiciosa e hiperactiva de dicha generación, hoy día reina la tendencia del "sexo rápido y amor lento", estrategia mediante la cual se busca conocer al otro en el ámbito íntimo que proveen las sábanas y no el de una cita romántica a la luz de las velas.
El estudio realizado en 2016 basado en un universo de 5.500 jóvenes adultos solteros de los Estados Unidos arrojó otros resultados bastante reveladores que hablan de las falencias afectivas que puede generar la práctica del sexo como una rutina deportiva más que como un acto de conexión espiritual.
A pesar de que los millenials se jactan de estar obsesionados con encontrar el amor verdadero y para toda la vida, el 57% asegura sentirse solo; lo que comprueba que en la era de las redes sociales, la escasez de relaciones humanas reales fuera del ámbito de la pantalla de un smartphone son algo cada vez más difícil de generar para los jóvenes del mundo.
Sin lugar a dudas, uno de los aspectos que han pasado de ser tabús a ser de alguna manera socialmente aceptado es el vinculado a la sobreexposición y erotización del "yo social" en redes en la búsqueda inacabable de likes y comentarios aprobatorios, ya sea por lo atrevida de la instantánea o por las cualidades físicas alcanzadas gracias a horas de ejercicio y dietas rigurosas inspiradas en personajes populares en Instagram o Snapchat.
El 47% de los hombres del milenio admitió haber compartido fotos de sus partes púdicas a potenciales parejas sexuales, mientras que el 53% de las féminas admitió haber recibido fotos de alto voltaje de parte de sus pretendientes, con un alarmante 49% reconociendo no haberlas solicitado en primera instancia.
Otros de los descubrimientos del estudio sugieren que el 29% de los solteros encuentra las llamadas telefónicas muy atractivas, mientras que el 26% asegura que no tener una huella digital en redes sociales es algo que enciende el deseo.
Con respecto a las prácticas recomendadas a la hora de salir en un cita, la especialista recomienda evitar las flores y realizar una arriesgada movida frente a la mirada atenta de la posible futura pareja. Tomar el télefono, apagarlo y guardarlo en el bolsillo durante toda la duración del encuentro. Y recomienda, ante todo, evitar guiños de caballerosidad al intentar pagar la totalidad de la cuenta. Al parecer el 86% de las mujeres prefieren dividirla para evitar sentirse en deuda, mientras que al 71% de los hombres les resulta intrigante el hecho de que ellas quieran hacerse cargo de su parte.
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