El reconocimiento le llegó de grande a Zygmunt Bauman. Perseguido primero por los nazis y después por los comunistas por ser judío, debió huir dos veces de Polonia. La segunda vez fue definitiva. Vivió en la Unión Soviética, Israel, Estados Unidos y Canadá. Hasta que en 1971 se instaló en el Reino Unido, donde se convirtió en profesor de la Universidad de Leeds.
Tras estudiar una amplia variedad de temas en su carrera como sociólogo y filósofo, empezó a ser cada vez más leído en los ochenta y en los noventa por su original interpretación de las transformaciones en las relaciones sociales a partir de la globalización y de la liberalización de la economía y de la cultura. Su concepto madre, "modernidad líquida", logró capturar la esencia de una sociedad en la que los vínculos (laborales, afectivos) ya no son para toda la vida y están marcados por el cambio y la incertidumbre de lo efímero.
Sus ensayos, sin los vicios del academicismo ilegible para el público no especializado, trascendieron las barreras de los claustros universitarios y llegaron a miles de personas en todo el mundo, que veían en ellos muchas de las cosas que les ocurrían en sus propias vidas.
Bauman murió este lunes en Leeds. Tenía 91 años. Dejó una obra prolífica en sus últimos años, con libros como La modernidad líquida (2004), Amor líquido: acerca de la fragilidad de los vínculos humanos (2005), Europa, una aventura inacabada (2006), Ética posmoderna (2006), Tiempos líquidos (2007), Vida de consumo (2007), Libertad (2008), y Vivir con el tiempo prestado (2009). A continuación, 13 frases que condensan buena parte de su pensamiento:
1. "La cultura líquida moderna ya no siente que es una cultura de aprendizaje y acumulación (…) A cambio, se nos aparece como una cultura del desapego, de la discontinuidad y del olvido".
2. "Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa". "La cuestión de la identidad ha sido transformada de algo que viene dado a una tarea: tú tienes que crear tu propia comunidad. Pero no se crea una comunidad, la tienes o no; lo que las redes sociales pueden crear es un sustituto. La diferencia entre la comunidad y la red es que tú perteneces a la comunidad, pero la red te pertenece a ti".
3. "Las pandillas de amigos o las comunidades de vecinos no te aceptan porque sí, pero ser miembro de un grupo en Facebook es facilísimo. Puedes tener más de 500 contactos sin moverte de casa, le das a un botón y ya".
4. "Las certezas han sido abolidas. Estamos en un estado de interregno, entre una etapa en que teníamos certezas y otra en que la vieja forma de actuar ya no funciona. No sabemos qué va a reemplazar esto".
5. "Nos hallamos en una situación en la que, de modo constante, se nos incentiva y predispone a actuar de manera egocéntrica y materialista".
6. "Lo que podemos llamar la crisis de la democracia es el colapso de la confianza. La creencia de que los líderes no sólo son corruptos o estúpidos, sino que son incapaces (…) El poder se ha globalizado, pero las políticas son tan locales como antes. La política tiene las manos cortadas. La gente ya no cree en el sistema democrático porque no cumple sus promesas".
7. "Si quieres más seguridad, tienes que renunciar a cierta libertad, si quieres más libertad tienes que renunciar a la seguridad. Ese dilema va a continuar para siempre".
8. "El viejo límite sagrado entre el horario laboral y el tiempo personal ha desaparecido. Estamos permanentemente disponibles, siempre en el puesto de trabajo".
9. "La catástrofe que vino, el colapso social, fue para la clase media, que fue arrastrada rápidamente a lo que llamamos precariado. La categoría de los que viven en una precariedad continuada: no saber si su empresa se va a fusionar o la va a comprar otra y se van a ir al paro, no saber si lo que ha costado tanto esfuerzo les pertenece".
10. "Cuando una cantidad cada vez más grande de información se distribuye a una velocidad cada vez más alta, la creación de secuencias narrativas, ordenadas y progresivas, se hace paulatinamente más dificultosa. La fragmentación amenaza con devenir hegemónica. Y esto tiene consecuencias en el modo en que nos relacionamos con el conocimiento, con el trabajo y con el estilo de vida en un sentido amplio".
11. "Amar significa abrirle la puerta al destino, a la más sublime de las condiciones humanas en la que el miedo se funde con el gozo en una aleación indisoluble, cuyos elementos ya no pueden separarse. Abrirse a ese destino significa, en última instancia, dar libertad al ser: esa libertad que está encarnada en el Otro, el compañero en el amor".
12. "Ninguna clase de conexión que pueda llenar el vacío dejado por los antiguos vínculos ausentes tiene garantía de duración".
13. "Hemos olvidado el amor, la amistad, los sentimientos, el trabajo bien hecho. Lo que se consume, lo que se compra son sólo sedantes morales que tranquilizan tus escrúpulos éticos".
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