Ucrania inauguró este martes la cúpula metálica destinada a cubrir el reactor accidentado de la central nuclear de Chernobyl y garantizar la seguridad de las instalaciones durante los próximos 100 años.
La estructura metálica, con forma de arco, pesa 25.000 toneladas (36.000 cuando esté equipada) y mide 108 metros de altura y 162 metros de largo.
"Esto equivale a poder cubrir el Estadio de Francia o la Estatua de la Libertad", explicó en un comunicado Novarka, la empresa conformada por los grupos franceses Bouygues y Vinci, que concibió y construyó la cúpula.
Con una esperanza de vida de al menos 100 años, la estructura permitirá confinar las materias radiactivas, proteger a los trabajadores del sitio y aislar al sarcófago ya existente contra las inclemencias del clima.
Además, la cúpula dispondrá de equipamientos para las futuras operaciones de desmantelamiento del reactor Nº4.
El 26 de abril de 1986, el reactor explotó durante una prueba de seguridad. Durante 10 días, el combustible nuclear ardió, despidiendo hacia a la atmósfera elementos radiactivos que acabarían contaminando, según las estimaciones, hasta tres cuartas partes de Europa, sobre todo Rusia, Ucrania y Bielorrusia (en aquel entonces, repúblicas soviéticas).
Cerca de 90.000 personas trabajaron durante 206 días en la construcción de un "sarcófago", una estructura metálica de 7.300 toneladas y compuesta de 400.000 metros cúbicos de hormigón, en condiciones muy difíciles, para aislar el reactor accidentado.
"Esto se hizo gracias a los esfuerzos sobrehumanos por parte de miles de personas ordinarias", explicó Anna Korolevska, directora adjunta del Museo Chernobyl de Kiev. "¿Cuáles eran sus medios de protección? ¡Trabajaban con uniformes ordinarios de obreros de la construcción!", recordó Korolevska.
Si bien en un primer momento se pensó que el sarcófago duraría entre 20 y 30 años, su vida acabó siendo más corta. En 1999, se realizaron las primeras obras para reforzarlo, y éstas se repitieron en 2001, 2005 y 2006.
"Es una construcción potencialmente peligrosa, que supone una amenaza eventual para el medioambiente y para la población", declaró Sergui Paskevitch, del Instituto de Problemas de Seguridad de las Centrales Nucleares de la Academia de Ciencias de Ucrania.
Paskevitch precisó, por ejemplo, que factores ambientales como un terremoto podrían acelerar el hundimiento de la estructura. En cambio, la nueva cúpula debería resistir sismos con una intensidad máxima de nivel 6, según la escala de Mercalli (de grafo "fuerte").
Ante el riesgo de hundimiento del antiguo sarcófago, que podría comportar el escape de toneladas de magma altamente radioactivo, la comunidad internacional se comprometió a financiar la construcción de la nueva capa.
Se creó un fondo gestionado por el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), y las obras comenzaron en 2012. Según el BERD, la construcción de la cúpula ascendió a 1.500 millones de euros, aunque el monto de todo el recinto de confinamiento alcanzó los 2.100 millones de euros (más de USD 2.200 millones).
Tras su instalación, la cúpula no será operativa hasta finales de 2017, cuando se hayan instalados todos los equipamientos necesarios.
"A continuación empezarán las obras para desmantelar laantigua construcción inestable", declaró Sergui Bojko, jefe de la inspección del Estado para la regulación nuclear (el organismo encargado de la seguridad nuclear en Ucrania). Aún así, el responsable matizó que todavía no se ha fijado ningún calendario al respecto.
(Con información de AFP)
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