Así sonaban las calles de París en el Siglo de las Luces

“Bretez”, el proyecto de la investigadora francesa Mylène Pardoen, recreó un mapa en 3D y los sonidos originales de las calles de la capital francesa hace tres siglos

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Unir la música y la arqueología para que sea posible "vivir la Historia".

Este es el ambicioso objetivo de Mylène Pardoen, una investigadora del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de Francia, el principal centro de investigación francés.

Pardoen, que algunos medios de Francia ya apodaron "arqueóloga de los sonidos", trabaja desde hace años, gracias a su formación de musicóloga, en un proyecto que se propone reconstruir los sonidos de la París del siglo XVIII, el llamado "Siglo de las Luces".

El proyecto se llama "Bretez", como el nombre del mapa de la ciudad más completo de esa época, el Turgot-Bretez publicado en 1739.

El mapa de París conocido como “Plan de Turgot”
El mapa de París conocido como “Plan de Turgot”

Se trata de una reconstrucción en 3D de la ciudad que Pardoen y sus colaboradores están elaborando usando como base el mapa de 1739. En intenet ya está disponible la parte del barrio de Grand-Châtelet, que se puede recorrer virtualmente calle por calle, puente por puente, tienda por tienda.

Pero lo novedoso es que los ruidos de las calles buscan ser lo más fieles posible a lo que hubiera escuchado un parisino del siglo XVIII. "No inventé los sonidos, no los creé", explicó Pardoen al diario Le Figaro.

Con la ayuda de especialistas y usando documentos historicos reconstruyó los distintos trabajos y herramientas de la época. Luego registró los sonidos para volver a "ponerlos en su salsa", según dijo.

Aunque de una manera distinta a la de hoy, también en esa época la ciudad era muy ruidosa: las calles eran estrechas, las casas y las tiendas eran oscuras y había muchas más personas trabajando en la calle. En la reconstrucción se pueden escuchar los ruidos de las gallinas, los gritos de los vendedores, el ruido del Sena.

También explicó que "los sonidos no tenían el mismo sabor" porque los edificios y los materiales de construcción eran distintos. Por ejemplo, había mucha más madera y menos piedra. Y concluyó:  "El sonido es importante, genera emociones".

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