La vida política de Shimon Peres es más o menos conocida por todos: fue presidente de Israel, primer ministro, canciller, ministro de Defensa, de Finanzas y diputado, entre otras funciones en el país a orillas del Mediterráneo.
Desde muy joven, antes de la creación de ese Estado en 1948, se interesó por la política. En 1994 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz como consecuencia de su rol crucial en los Acuerdos de Oslo, el momento en que la paz entre israelíes y palestinos pareció estar más cerca que nunca.
Quienes lo trataron en persona cuentan que era cálido, siempre predispuesto a escuchar los consejos de todo el mundo, conversar e intercambiar ideas con partidarios u opositores.
"Era un hombre que creaba contacto inmediato con la gente que estaba a su alrededor. Escuchaba siempre y atendía los consejos que le llegaban. Nunca iba adelante exigiendo cumplir sus instrucciones exclusivamente. Por el contrario, escuchaba tanto las opiniones de la gente más joven y de más bajo rango como las del más importante asesor. Escuchaba y luego decidía por supuesto. Pero siempre atento y considerado a las opiniones de los otros. Además, era muy cálido en su relación con la gente", contó en diálogo con Infobae Herzl Inbar, ex embajador de Israel en España.
"Fue un gran estadista, de dimensiones casi cósmicas. El mundo entero está dolido porque lo reconocían como un líder de dimensiones internacionales. Además de todo esto, antes que nada, era un emprendedor", detalló el diplomático.
Inbar contó aspectos de la intimidad del ex líder israelí y cómo se comportaba cuando realizaba viajes por el mundo. "Recibiendo a Peres, cuando yo estaba afuera del país en representación del estado, siempre exigía una agenda en la que nosotros, sus representantes, no podíamos nunca seguirle el ritmo".
Y agregó: "No soportaba una hora libre, una hora en la que no inicie algo, que no tenga una conversación. Después de todo el trajín, de 17 o 18 horas de trabajo, siempre le gustaba sentarse con su gente, cantar un poco y beber un poco. Es decir, era una persona que se daba con la gente y con sus allegados. Una persona muy cálida".
Ante la pregunta sobre el rol de Peres en la generación de los fundadores del Estado de Israel, Inbar destacó: "Su contribución entre los padres fundadores es sin igual. Él no había llegado a los 30 años cuando era ministro de Defensa, esto en los primeros años de la fundación del Estado. En ese puesto, fue uno de los arquitectos del establecimiento de la potencia militar de Israel en cuanto a procuración de armas, a su rol en la integración del país en el mundo de la ciencia y de todo lo que tenga que ver con la física nuclear".
"Pero había algo muy interesante e importante, casi crucial, y es que hoy sabemos que desde que él actuaba, desde su temprana juventud, pensaba en términos no militares y más que nada de visión política. Eso fue lo que lo caracterizó: la visión. Y ella era que Israel, siendo fuerte, iba a poder buscar la paz".
Respecto a la consolidación del país en materia de seguridad, el ex embajador remarcó: "Una vez que vio que el Estado, desde el punto de vista de la seguridad, estaba consolidado, dijo que desde ese momento debíamos procurar en hacer todo lo posible para llegar a una paz con nuestros vecinos y con los palestinos. Esa era toda su visión que lamentablemente fue cumplida sólo parcialmente, pero eso es lo que queda, entre otros aspectos, como su legado".
-¿Cómo vivió los Acuerdos de Oslo firmados con Arafat en los años 90? ¿Cuál fue la importancia de Peres?
–Su rol en los Acuerdos de Oslo fue crucial. Desde el momento en que sus más cercanos allegados comenzaron las conversaciones, en ese momento secretas, con la parte palestina, él las impulsó, las apoyó y pudo hacer algo que parecía imposible en la arena política de Israel. Luego de los acuerdos, Peres fue atacado fuertemente por una oposición sin precedentes en Israel. Pero, sin embargo, hasta hoy en día, a pesar de tantos gobiernos que sucedieron al que firmó los Acuerdos de Oslo, ninguno pensó siquiera anularlo. Es cierto que muchas de sus cláusulas no se cumplen, pero al mismo tiempo estableció un precedente que sirve hasta hoy en día. Y que es un contacto difícil -pero directo siempre- con los líderes palestinos. Y eso tiene sus virtudes y defectos, pero una virtud es que hasta hoy en día, en el campo de la seguridad cotidiana, sigue una cooperación, dentro de los términos políticos posibles, entre autoridades palestinas y autoridades de Israel. Y eso es una secuela de los Acuerdos de Oslo. Su legado va a quedar sin dudas. Fue un gigante entre los padres fundadores. Va a dejar su huella en Israel para siempre.
Infobae también conversó con uno de los amigos del ex primer ministro. Se trata de Haim Yalin, miembro de la Knesset (Parlamento israelí) y del partido Hay Futuro (Yesh Atid).
"Shimon tenía eso de que antes de llegar a una zona a encabezar un discurso o un acto público se sentaba contigo 10 minutos a tomar un café y a charlar de lo que nunca puedes hablar con nadie. Esas charlas estaban fuera del protocolo", comenzó Yalin al ser consultado sobre cómo era Peres en la intimidad.
"Siempre decía, cuando nos bombardeaban, que la máxima seguridad que podemos recibir como habitantes es la paz. Para que haya paz, se necesita también una economía fuerte que termine con la pobreza en la Franja de Gaza. Él decía que cuando la gente en la Franja de Gaza tenga algo que perder, entonces todos vamos a ganar", detalló.
Respecto a su personalidad, Yalin resaltó: "Era un ser humano para los seres humanos. Siempre creía en los seres humanos. Decía que hay que poner todo el dinero que tengamos en los seres humanos porque los seres humanos saben hacer mejor las cosas que cualquier político. Lo que me interesa resaltar es cómo siguió luchando hasta sus últimos días por la paz".
Consultado sobre la relación con sus más íntimos, su amigo afirmó: "No mezcló nunca su familia con la política. Cuando fue presidente de Israel, fue el único que vivía en la casa presidencial. No vivía con su familia. Su mujer se quedó en su casa en Tel Aviv y sus hijos, ya grandes, vivían por su cuenta".
Y agregó: "Uno no puede imaginarse a Barack Obama sin su mujer y sus hijas. Shimon Peres no era eso: estaba todo el tiempo en su trabajo. Era de la gente que dice 'va a haber bastante tiempo para dormir en el futuro. No tenemos que dormir hoy'. Y él se fue a dormir ahora, lo que nunca hizo, nunca dormía. Cuando tenía tiempo, leía libros. Si salía un libro nuevo y le interesaba, lo leía toda la noche y a la mañana siguiente seguía trabajando. Ese era Shimon Peres".
Para conocer un poco más su pensamiento político, Infobae consultó al doctor Yoav Tenembaum, analista político y docente en la Universidad de Tel Aviv.
"Es una figura singular en la historia del estado de Israel porque estamos hablando de una figura política activa antes de que el estado se creara. Y, por supuesto, después de su fundación. Estamos hablando de una persona que fue muy creativa e ingeniosa", explicó.
"Fue también uno de los arquitectos principales del proyecto nuclear israelí que, como resultado, arrojó que el país tenga su reactor nuclear en Dimona, en el sur. Y es una figura que básicamente ejerció todos los puestos importantes en el gobierno: estamos hablando de primer ministro, canciller, ministro de Defensa, ministro de Finanzas y, por supuesto, de 2007 al 2014, presidente".
"Es una figura, sin duda alguna, no solamente por su vida política muy activa, sino también por los conceptos con los cuales se lo identifica: una figura muy singular".
-¿Cuál fue el rol de Peres en la fundación del Estado de Israel?
-Peres era la mano derecha de David Ben Gurión, quien fue el que fundó el estado, el primer primer ministro de Israel y, siendo su mano derecha, estuvo involucrado en el proceso de toma de decisiones en los temas relacionados con la seguridad nacional. Es muy difícil hablar de la política de seguridad nacional de Israel sin hablar de Shimon Peres como uno de sus arquitectos principales. Tenía también una imaginación muy fértil, y lo digo en forma positiva. Una imaginación fértil que lo llevaba a imaginarse cosas que mucha gente creía que eran fantásticas pero que en su opinión eran factibles. Y eso lo llevó también a conseguir cosas que muchos creían que eran imposibles.
-¿Cuál fue su papel específico en la firma de los Acuerdos de Oslo?
-En esos acuerdos, Israel reconoce por primera vez a la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) como la representante legítima del pueblo palestino y la OLP reconoce a Israel. Ahí se inicia un proceso gradual por el cual, más allá del reconocimiento mutuo, Israel acepta que haya una autonomía de los árabes palestinos en Gaza y después en casi todos los lugares poblados de Cisjordania. Peres indudablemente desempeñó un papel central porque las negociaciones, que fueron al principio secretas, se llevaron a cabo por gente de la cancillería israelí, allegados a Peres. Shimon lo hizo coordinado con los palestinos. Uno puede estar a favor o en contra, pero uno de los arquitectos principales de los Acuerdos de Oslo fue Shimon Peres sin duda alguna. En las décadas de 1950, 1960 y 1970 era identificado como un halcón, una persona que tenía posiciones duras. En los 80 y 90 fue cambiando de opinión: los Acuerdos de Oslo son el ejemplo del cambio de parecer.
Sus últimas horas
Shimon Peres murió en la madrugada del miércoles, a los 93 años, por un fallo multiorgánico tras dos semanas internado debido a un accidente cerebrovascular. La noticia fue dada a conocer por su yerno y médico personal, Rafi Walden, quien declaró que el estadista falleció mientras dormía y "sin sufrir", rodeado por sus familiares.
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