Las leyes municipales que prohíben a las mujeres islámicas vestir burkinis en las playas públicas en localidades francesas logró su primera aplicación en un exclusivo balneario de Cannes, en el sur de ese país.
Diez musulmanas que lucían sus particulares burkinis fueron expulsadas de la playa y resultaron las primeras en ser penalizadas por incumplir la norma. Además de haber sido apartadas del lugar, cuatro de las infractoras fueron multadas por un monto cercano a los 40 euros.
La medida adoptada por el alcalde de Cannes provocó la ira de los clérigos islámicos, quienes creen que la ley es una ofensa a las costumbres de los musulmanes, según dicta el Corán.
David Lisnard consideró que los trajes de baño que cubren todo el cuerpo podrían ser considerados una amenaza para el resto de los turistas teniendo en cuenta los múltiples ataques terroristas que sufrió la población francesa en los últimos meses.
Las mujers expulsadas de la playa tenían entre 29 y 57 años y estaban acompañadas por niños. La normativa aprobada durante el fin de semana regula el uso "secular" de los balnearios públicos. "El acceso a las playas y al nado está prohibido a todo aquel que no tenga apariencia de baño que respete las buenas costumbres y el securalismo".
El primer ministro francés, Manuel Valls, apoyó la iniciativa de Cannes, que fue seguida por Villeneuve-Loubet y otras dos pretenden sumarse: Sisco, en Córcega y Le Touquet, en el norte de Francia. "Las burkinis no son compatibles con los valores de Francia y la República", indicó el dirigente.