Una fotografía surgió en las redes que muestra a los soldados rebeldes, protagonistas del intento de golpe de Estado en Turquía del viernes, sin ropa y acostados en el piso de un gimnasio.
Los soldados, que parecen haber sido despojados de sus uniformes y están apretados entre ellos mismos, también tienen esposas.
Hay más de 6.000 soldados, jueces y fiscales detenidos por el gobierno de Recep Erogan sospechados de formar parte del levantamiento que dejó un saldo de 290 muertos y 1.500 heridos.
Apenas concluida la intentona, el presidente Recep Erdogan prometió purgar a todas las instituciones del estado de supuestos seguidores del clérigo Fethullah Gülen.
Mientras que el domingo Erdogan dijo que su país considerará reinstaurar la pena de muerte, que abolió en 2004 como uno de los requisitos que la Unión Europea impone en el proceso de admisión que Ankara persigue desde 1987.
"Aquellos que lanzaron un golpe van a tener que pagar un alto precio por ello", dijo el presidente.