Washington y Seúl anunciaron este viernes un acuerdo para el despliegue de un escudo antimisiles estadounidenses en Corea del Sur con el fin de prevenir ataques norcoreanos.
El anuncio tuvo lugar después de la imposición de sanciones al líder Kim Jong-un por parte Estados Unidos, una iniciativa que el régimen comunista tachó de "declaración de guerra".
Estados Unidos y Corea del Sur "decidieron como aliados desplegar el sistema antimisiles THAAD", a modo de "medida de defensa para garantizar la seguridad (surcoreana) y de su pueblo", anunciaron en un comunicado conjunto los dos ministerios de Defensa.
El comunicado no precisa la fecha de despliegue, y añade que los dos países están terminando de definir el emplazamiento del escudo.
El THAAD dispara misiles capaces de interceptar y destruir misiles balísticos cuando aún están en el exterior de la atmósfera, o que acaban de entrar en ella.
Los dos aliados llevaban desde febrero hablando del proyecto, justo después de que el Norte disparara un cohete de largo alcance, lo que se consideró como un ensayo balístico disimulado.
La tensión no deja de agravarse en la península coreana desde el cuarto ensayo nuclear de Pyongyang el 6 de enero. El régimen de Kim Jong-un multiplicó los disparos de misiles, y según algunos expertos, estaría avanzando para poner a punto un misil intercontinental capaz de llevar una carga nuclear hasta el continente americano.
Más allá de Corea del Norte, el proyecto del escudo antimisiles irrita también a Rusia y China, el principal aliado de Pyongyang, recelosos ambos de la presencia militar norteamericana en la zona.
China condenó el despliegue y exigió que se detenga el proyecto, al estimar que va a "perjudicar gravemente" la seguridad regional y provocar una carrera armamentística.
Por su lado, la cancillería rusa afirmó este viernes que el proyecto "atenta contra el equilibrio de la región" y podría tener "consecuencias irreparables".
Previamente al anuncio, el miércoles Washington colocó a Kim Jong-un en su lista negra de sanciones contra individuos, alegando graves violaciones de los derechos humanos.
Esa sanciones, aunque mayormente simbólicas, constituyen "el acto mas hostil" de Estados Unidos, y "una declaración de guerra abierta", dijo el ministerio norcoreano de Exteriores, anunciando sin más precisiones "réplicas extremadamente fuertes".
Con información de AFP