Cómo hizo Mariano Rajoy para resurgir de las cenizas y quedar a un paso de un nuevo gobierno

Parecía políticamente muerto, pero fue el más votado en diciembre. Tras seis meses de bloqueo volvió a ganar y es el que más creció. Las claves de su éxito

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Mariano Rajoy renació a pesar de tener todo en contra (Reuters)
Mariano Rajoy renació a pesar de tener todo en contra (Reuters)

Mariano Rajoy, líder del Partido Popular (PP), aprovechó la crisis del socialismo (PSOE) para ganar cómodamente las elecciones de 2011. Con el 44,6% de los votos, obtuvo 186 escaños en el Congreso, diez más de los necesarios para formar gobierno en soledad (176).

Su mandato estuvo repleto de problemas. La economía continuó deprimida, sin capacidad de generar empleo, y encima se destaparon graves escándalos de corrupción en su partido. A mediados de 2015 su imagen estaba muy golpeada y la reelección parecía una utopía. Si bien en los comicios de diciembre logró mantener al PP como la primera fuerza, el pobre 28,7% de votos que consiguió le otorgó apenas 123 diputados.

Si quería sostenerse en el poder, Rajoy necesitaba seducir a algunos de sus rivales para que lo apoyaran en el Parlamento. Su rotundo fracaso hizo pensar a muchos que daría un paso al costado. Sin embargo, optó por una estrategia de desgaste: sabiendo que era casi imposible que tuviera éxito, dejó al PSOE de Pedro Sánchez intentar un acuerdo de investidura con Ciudadanos, de Albert Rivera, y con Podemos, de Pablo Iglesias. No se equivocó.

Tras medio año de bloqueo, los españoles volvieron a votar el domingo 26 de junio. Todos parecían más débiles que antes, aunque se esperaba que Podemos le robase el segundo lugar al PSOE en virtud de su alianza con Izquierda Unida. Eso no ocurrió. El único que creció fue Rajoy, que trepó de 28 a 33% en las urnas, y de 123 a 137 escaños en el Congreso. Todavía no le alcanza para formar gobierno, pero sí para dejar algo muy claro: el suyo es el único liderazgo que se mantiene en firme en España.

El voto del miedo

"Ante el peligro real de que la 'izquierda radical' (Unidos Podemos) quedase en segundo lugar, como señalaban todas las encuestas, y el PSOE apoyase a Iglesias para llegar a ser presidente de gobierno, el PP ha conseguido recuperar gran parte del voto de centro y centro derecha que en diciembre se fue a partidos como Ciudadanos, y a UPyD (Unión Progreso y Democracia). Ese voto 'del miedo' a la izquierda radical probablemente haya podido pesar más que cuestiones más 'morales' como la corrupción", explicó Javier Astudillo, vicedirector del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, consultado por Infobae.

Uno de los grandes derrotados fue Rivera, a quien muchos de sus seguidores no le perdonan haber intentado formar gobierno con el socialismo. Entre diciembre y junio perdió 390.759 votos, y todo indica que la mayor parte pasó al PP, que sumó 669.220 sufragios.

Todavía peor fue el fiasco de Unidos Podemos. Si se considera lo que obtuvieron Podemos e Izquierda Unida por separado en diciembre, perdieron un millón de votos en estos seis meses. "Están desconcertados —dijo Astudillo—. Quizás Iglesias dio demasiados cambios ideológicos, como pasar de declararse comunista hace dos años a socialdemócrata ahora, o decir que José Luis Rodríguez Zapatero había sido el mejor presidente de la historia reciente de España. Muchos de sus votantes habían sido electores del PSOE muy desencantados con Zapatero".

La estrategia del desgaste le salió muy bien a Rajoy
La estrategia del desgaste le salió muy bien a Rajoy

Estas inconsistencias rescataron al socialismo de la humillación máxima que habría significado perder el segundo lugar. Pero no lo sacaron de su profunda crisis interna, que de hecho se profundizó.

"Todo esto hace suponer que, por paradójico que pueda parecer a primera vista, el PP sea el partido que goza de mejor salud y de mayor claridad ideológica. Sus tesis pueden gustar más, o menos. Pero todo el mundo sabe a qué juega", sostuvo Josep Baqués Quesada, profesor de ciencia política en la Universidad de Barcelona, en diálogo con Infobae.

El otro factor clave para entender la supervivencia de Rajoy es que, tras muchos años sin buenas noticias, la economía empezó a mostrar algunas señales positivas. "La sensación que se tiene es que lo peor de la crisis ha pasado —continuó Baqués—. El consumo doméstico crece y se crea empleo. Por más que la gestión del PP tenga claroscuros, en lo estrictamente económico se ha apuntado algunos éxitos relevantes".

Pedro Sánchez, líder socialista
Pedro Sánchez, líder socialista

Otra vez todo depende del PSOE

Contados los votos y resuelta la asignación de escaños, vuelven al centro de la escena las negociaciones políticas para formar gobierno. Si se repite la secuencia de la primera mitad del año, y todos mantienen su intransigencia, los españoles tendrán que acudir por tercera vez a las urnas. Pero nadie quiere eso.

"Si no se abstiene el PSOE es muy difícil que Rajoy sea investido presidente. El PP podría contar con el apoyo de Ciudadanos y un partido canario (CC), pero sólo suman 170 escaños. El resto de partidos (Unidos Podemos y nacionalistas) votarán que no. Si el PSOE también vota que no, sigue habiendo más votos en contra que a favor. El socialismo tiene que elegir entre dos males: unas terceras elecciones o ser el partido que permitió que el PP continúe en el poder", dijo Astudillo.

Albert Rivera, de Ciudadanos
Albert Rivera, de Ciudadanos

Si un candidato se presenta ante el Congreso para ser investido presidente necesita el apoyo de 176 diputados. Eso no va a suceder. Pero hay una alternativa: si tras ese fracaso inicial se presenta por segunda vez, basta con que obtenga más votos afirmativos que negativos. Esto significa que, si un partido que primero votó en contra luego se abstiene, le puede facilitar la investidura.

"No podemos obviar que, más allá de la frialdad de los números, el PSOE y Podemos han quedado muy tocados —dijo Baqués—. En el juego de las legitimidades han perdido enteros. Y lo saben. En política pueden pasar muchas cosas, pero si en los próximos meses no aparece ninguna variable interviniente, Rajoy puede ser investido Presidente en segunda votación, en buena medida por debilidad de los demás".

El PP cuenta con muchas ventajas. Ahora todos saben que a Rajoy le dio resultado la estrategia de quedarse a un costado viendo cómo se peleaban sus adversarios tratando de pergeñar un acuerdo imposible. Con el agregado de que el fracaso de esos intentos traerá como resultado una tercera elección. El electorado los castigaría mucho en ese caso.

Pablo Iglesias (AP)
Pablo Iglesias (AP)

"Las primeras reacciones muestran que Ciudadanos y el PSOE han resistido, pero ahora son más vulnerables, porque tienen menos escaños, y en el interior de sus partidos hay riesgo de fractura, especialmente en el PSOE. Creo que las presiones internas y externas conducirán al PSOE a dejar gobernar al PP en minoría, absteniéndose en la segunda votación de investidura, aunque Sánchez de momento sostenga lo contrario", dijo a Infobae la politóloga Laura Adrián Lara, docente de la Universidad Complutense de Madrid.

Si bien al abstenerse le ofrecería una indudable victoria al PP, el socialismo sabe que las cosas no serían tan fáciles para su histórico rival, que tendría que gobernar en minoría, algo inédito en la reciente democracia española.

"Es posible que unos y otros dejen investir a Rajoy y que planteen una oposición muy, muy dura, pensando en que el desgaste de un gobierno tan minoritario los lleve a mejorar su propio arsenal de argumentos de cara a unos nuevos comicios a, quizás, dos años vista", concluyó Baqués.

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