La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) estimó este jueves que hay alrededor de 18 mil migrantes “a la deriva” en la frontera noreste de México por las “políticas migratorias inhumanas” de Estados Unidos y el gobierno mexicano.
“El 2022 cerró con una ola gélida que mantuvo temperaturas bajo cero durante todo ese fin de semana, agravando las ya difíciles condiciones existentes para las cerca de 18 mil personas que actualmente esperan en la frontera norte”, manifestó la asociación en un posicionamiento.
MSF cuestionó al presidente estadounidense Joe Biden por incumplir su promesa de terminar con el Título 42, una regla de la época de Donald Trump (2017-2021), la cual permite la expulsión inmediata de migrantes en la frontera con México por la pandemia de Covid-19.
La asociación señaló que la Casa Blanca no solo no acabó con esa medida, sino que además la expandió la semana pasada para incluir en esa disposición a personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, quienes antes no eran objeto de expulsión inmediata a México.
De 2.2 millones de migrantes aprehendidos hasta septiembre de 2022, Médicos Sin Fronteras documentó que la mitad de ellos “fueron rápidamente expulsadas hacia peligrosas ciudades mexicanas mediante el Título 42″.
“La aplicación de esta política ha causado una crisis humanitaria en ciudades del norte de México como Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo y Piedras Negras, entre otras. En esos lugares, las personas migrantes se enfrentan a condiciones climáticas extremas”, acusó.
Del lado mexicano, personal de MSF ha atestiguado en la frontera norte “el sufrimiento causado por estas políticas inhumanas y la persecución de las autoridades”.
Por ello, exigió “una respuesta coordinada y con mayor involucramiento de las instancias federales, estatales y locales para atender estas emergencias”.
“Políticas como el Título 42 y acuerdos binacionales similares generan graves situaciones humanitarias en poblados y ciudades que no cuentan con los recursos necesarios para atender crisis de esta magnitud”, aseveró.
El pronunciamiento ocurre después de la Cumbre de Líderes de América del Norte esta semana en Ciudad de México, donde Biden agradeció al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por recibir a migrantes deportados por Estados Unidos.
La región vive un flujo migratorio récord con 2.76 millones de migrantes detenidos en la frontera de Estados Unidos con México en el año fiscal 2022.
Nuevo Centro Migratorio en el sureste mexicano
Luego de la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN) del 10 de enero, se informó sobre la creación de un centro migratorio para acoger en el sureste de México a personas refugiadas del continente, según acordaron los mandatarios de los tres países.
Los Gobiernos de Estados Unidos y Canadá colaborarán con el Gobierno de México y organismos internacionales para ofrecer servicios y asistencia para personas refugiadas en dicho espacio”, explicaron.
La Casa Blanca había informado que pactarían la creación de “un nuevo centro en el sur de México” para atender a migrantes.
Sin embargo, en la rueda de prensa posterior a la Cumbre, López Obrador negó que fueran a construir un centro migratorio, sino invertir en albergues.
Según el comunicado conjunto, los mandatarios se comprometieron a aumentar las “vías regulares como alternativa a la migración irregular en América” y “fortalecer los procesos de asilo”.
Antes de la cumbre, Estados Unidos lanzó un programa migratorio acordado con México que prevé dar 30 mil permisos humanitarios a venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos, pero deportar a territorio mexicano a aquellos que crucen la frontera de forma irregular.
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