Más allá de los acuerdos y compromisos adquiridos entre Andrés Manuel López Obrador, Joe Biden y Justin Trudeau durante la X Cumbre de Líderes de América del Norte, hubo momentos que se llevaron los reflectores a lo largo de las jornadas de actividades.
Uno de los más comentados y criticados fue la participación de AMLO en la conferencia de clausura del evento, ya que tardó 28 minutos en responder a un cuestionamiento sobre la crisis migratoria. Su homólogo de Estados Unidos contestó en ocho minutos, mientras que el primer ministro de Canadá demoró sólo seis en hacerlo.
La reacción de los mandatarios visitantes fue respetuosa, pues se limitaron a mirar a su alrededor durante la casi media hora que habló López Obrador. El único comentario emitido al final de la ceremonia provino de Biden: “Que quede en el registro que no sé cuáles preguntas no alcancé a contestar, pero estaré preparado para responderlas después”.
Por otro lado, la prensa estadounidense optó por bautizar al gobernante mexicano con el apodo “AMLONG”, una combinación entre el acrónimo de su nombre y la palabra long, que significa “largo” en inglés.
Y es que las críticas de las y los periodistas de EEUU y Canadá que cubrieron el encuentro de “los tres amigos” no se hicieron esperar.
Steven Chase, reportero del medio canadiense Globe and Mail, escribió en su cuenta de Twitter que “las conferencias de prensa con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador son notables. Sus serpenteantes respuestas son como una transmisión de radio junto a la chimenea y pueden durar entre 10 y 15 minutos. Para cuando termina, algunos podrían tener problemas para recordar la pregunta formulada”.
Jennifer Jacobs, de Bloomberg News, resaltó que mientras el tabasqueño abordó temas que no estaban directamente relacionados con la pregunta, Biden y Trudeau esperaron con paciencia que terminara su intervención.
Y es que la amplia contestación de AMLO se debió a que, pese a que el cuestionamiento estaba enfocado en asuntos migratorios, aprovechó para profundizar en temas como las vacunas contra la malaria y los vapeadores (o vaporizadores).
Además, se dedicó a criticar la apología a la violencia y narcotráfico a través de contenidos de entretenimiento y abordó el daño que provoca el consumo del fentanilo en las personas.
Por si fuera poco, también utilizó su tiempo de respuesta para presumir sus programas de asistencia social para los jóvenes que ni estudian ni trabajan, también conocidos como “ninis”, y su proyecto del Tren Maya en el sureste.
“Me comentan que en USA ya lo han bautizado como #Amlong por su discurso de media hora”, escribió en sus redes sociales el periodista Eduard Ribas Admetlla, de Agencia EFE en Washington.
La situación también fue motivo de múltiples burlas desde la ciudadanía, pues lamentaron que los jefes de Estado pasaran por ese incómodo momento.
“Si piensas que estás teniendo un mal día, acuérdate lo que tuvieron que pasar el día de ayer #Biden y #Trudeau , sus caras de ‘no lo soporto’ lo dicen todo” y “ya saben lo que es seguir una mañanera” fueron algunos comentarios que circularon en las redes sobre el tema.
El ritmo y tono de voz del presidente es uno de sus aspectos más característicos para las y los mexicanos, pero para la prensa internacional resultó algo notoriamente desagradable.
SEGUIR LEYENDO