A tan solo unos días de que comience el juicio contra Genaro García Luna en el que se determinará su culpabilidad o inocencia en el tráfico de drogas a Estados Unidos, los fiscales de aquel país detallaron que entre los testigos contra el exsecretario de Seguridad Pública habrá narcotraficantes condenados y funcionarios de gobierno.

De acuerdo con un documento citado por el reportero Ángel Hernández, de Milenio, García Luna es acusado específicamente por haber permitido el tráfico de más de 52 toneladas de cocaína a Estados Unidos en al menos seis envíos entre 2002 y 2008.

Según detalló el periodista, la mitad de los traslados habría ocurrido durante el gobierno de Vicente Fox, cuando encabezaba la Agencia Federal de Investigación (AFI), y el resto ya durante su mandato en la Secretaría de Seguridad Pública, en el sexenio de Felipe Calderón.

A estos cargos se suma la aparente emisión de falso testimonio, ya que el Departamento de Justicia de Estados Unidos refirió en un documento que, en una entrevista posterior a su detención, García Luna mintió e incluso negó haberse reunido con miembros de alguna organización criminal.

La consideración de incluir a narcotraficantes condenados entre los testigos contra el exfuncionario mexicano abre la puerta, agregó el periodista, para que participen figuras como Édgar Valdez Villarreal, alias La Barbie; Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande; Jesús Reynaldo, El Rey Zambada, e incluso Sandra Ávila Beltrán, La Reina del Pacífico.

Aunque hasta el momento no se ha confirmado la lista definitiva de personas que testificarán en contra de García Luna, colaboraciones anteriores de estos personajes con el gobierno estadounidense aumentan la probabilidad de cooperen, nuevamente, para el juicio que iniciará el 9 de enero de 2023.

La participación de estas figuras como testigos protegidos en casos precedentes han sido fundamentales para que el gobierno estadounidense lleve a la justicia a célebres narcotraficantes.

Sergio Villarreal, El Grande, fue una de las piezas clave para comprender el hilo conductor entre los cárteles de la droga y Genaro García Luna, según expresó el periodista Jesús Lemus en su libro El Licenciado, de 2020.

De acuerdo con sus propios testimonios, Villarreal Barragán participó en el secuestro, tortura y descuartizamiento de al menos 90 personas durante sus años de servicio en el narco.

Entró a la Policía Judicial en 1993 y, desde ahí, forjó múltiples alianzas con miembros del Cártel de Juárez, grupo del que se volvió líder tras la muerte de Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los cielos. Años más tarde, concretamente en 2006, fue reclutado por los hermanos Beltrán Leyva.

Después de haber sido detenido en 2010, El Grande aceptó colaborar como testigo con el gobierno de EEUU y fue extraditado en 2012. En el país vecino, ya con inmunidad judicial y la oferta de una nueva vida, contó lo necesario para que arrestaran a La Barbie, Alfredo El Mochomo Beltrán Leyva, El Rey Zambada, Eduardo Arellano Félix y Jorge Costilla Sánchez, alias El Coss, entre otros capos.

Por su parte, múltiples informes y documentos judiciales estadounidenses han evidenciado la colaboración activa de La Barbie con la Administración de Control de Drogas (DEA) desde 2004, cuando estaba en el cártel de los Beltrán Leyva.

Su labor como informante o “topo” fue esencial para una de las capturas del Chapo y para la localización de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, quien fue abatido en Cuernavaca en 2009.

Respecto al Rey Zambada, hermano de Ismael El Mayo, fue uno de los principales declarantes que develaron el vínculo entre el exsecretario de Seguridad y el Cártel de Sinaloa.

Durante el llamado “juicio del siglo” contra El Chapo Guzmán en Nueva York, ocurrido en 2018, Jesús Reynaldo Zambada confesó que García Luna habría recibido millones de dólares en sobornos.

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