El 31 de diciembre figura como una de las fechas más importantes no solo del mes sino del calendario gregoriano bajo el cual millones de personas han basado su existencia a lo largo de los siglos. El fin de un ciclo y el inicio de uno nuevo supone la oportunidad perfecta para celebrar con múltiples platillos que se degustan dentro de los hogares.
Aunque la elección de guisos depende de los gustos de cada familia, existen algunos que se han popularizado en dicha festividad no solo por los ingredientes de temporada, sino por la carga simbólica que con el paso de los años han ido acuñando, tal es el caso de las lentejas.
Las lentejas son un tipo de legumbres formadas por hidratos de carbono y proteínas, las cuales contienen una gran cantidad de vitaminas y minerales, característica que las ha llevado a ser consideradas como un alimento de alto valor nutritivo.
Aunque las lentejas tienen diversos modos de preparación y de presentación, comerlas en la cena de Año Nuevo se ha convertido en una tradición que está relacionada a su carga simbólica, mismo cuyo origen es milenario y se remonta a los tiempos de la Antigua Roma.
Las lentejas y la abundancia
Las lentejas son un grano relativamente tolerante a las sequías y prospera en muchos ambientes, casi un tercio de su producción se da en India, sin embargo, es precisamente en los alrededores del Mar Mediterráneo en donde su consumo prosperó.
De este modo, registros históricos dan cuenta de que las populares legumbres formaban parte de la dieta de los griegos y los romanos en la antigüedad y es que, según datos compartidos por el Gobierno de México, durante el Imperio Romano, estas legumbres se secaban para poder conservarlas durante más tiempo y elaborar deliciosos potajes durante todo el año.
No obstante, al mismo tiempo que el consumo de lentejas se popularizaba, la sociedad de la época comenzaba a comparar su forma con la de las monedas que, paulatinamente, se iban convirtiendo en un símbolo de poder económico.
Dicha similitud entre la silueta de la legumbre y las monedas fue precisamente la que con el paso de los años dio pie a que a las lentejas se les relacionara con la abundancia y la prosperidad, pues se les comenzó a añadir un valor simbólico que hasta la fecha prevalece y se hace presente en cada fin de año.
De acuerdo con información del Gobierno de México, en algunos países se come lenteja desde hace cientos de años e incluso en muchos de ellos es común comerla por lo menos vez cada semana. En otras partes del mundo, como en México, las lentejas son un símbolo de abundancia, fertilidad y riqueza.
Existen diversas variedades de lentejas, entre ellas podría destacar la rubia castellana, el lentejón, la rubia de la armiña, la lenteja pardina, la beluga o la verdina.
En cuanto a valor nutricional, una taza de lentejas contiene 18 gramos de proteína y 1 gramo de grasa; así como 40 gramos de carbohidratos y 16 gramos de fibra, que puede ser soluble e insoluble. No tienen colesterol y son bajas en sal, con sólo 4 mg. por cada taza.
En México los principales productores de lenteja son: Michoacán y Guanajuato con más del 60 y 30 por ciento, respectivamente, del producto nacional.
Lentejas en Año Nuevo
En el año 2019, el Gobierno de México consideró a las lentejas como uno de los elementos principales que las y los habitantes del país azteca utilizan en los “rituales” que realizan para recibir al Año Nuevo.
En su explicación, definen a las lentejas como leguminosas que están asociadas con la abundancia, la prosperidad y la economía por lo que el “ritual” consiste en comer un plato del peculiar guiso antes o durante la cena para que no falte la comida y la suerte.
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