Antonio Oseguera Cervantes, hermano del Mencho y conocido con el alias Tony Montana, fue capturado el 20 de diciembre. Tras su detención, las autoridades esperaban una violenta respuesta por parte del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Los estados de Jalisco, Colima y Michoacán desplegaron operativos de seguridad en distintas ciudades e incluso la Embajada de Estados Unidos emitió una alerta por las posibles reacciones del grupo criminal.

Estas, sin embargo, no llegaron. El único disturbio reportado aquel día fue el incendio de tres vehículos en un negocio de grúas del municipio jalisciense de Encarnación Díaz. No se registraron múltiples bloqueos, enfrentamientos o ejecuciones como en otros episodios protagonizados por el cártel.

La aparente ausencia de réplica por parte del Mencho tras el arresto de su hermano resultó extraño tanto para civiles como para las fuerzas de seguridad, ya que en años anteriores los operativos en contra de “su gente” han detonado brutales venganzas.

El año 2015 inició con un par de duros golpes al cártel de las cuatro letras. En febrero fue asesinado Reynaldo Bedolla Palma, El Comander o El Chispa, quien era identificado como uno de los cabecillas del grupo en Jalisco. Presumiblemente, era uno de los implicados en la desaparición de Humberto Gómez Arévalo, regidor de Movimiento Ciudadano en Puerto Vallarta, y de la bailarina Erika Cueto Vázquez, aparentemente “levantados” en fechas distintas.

El Chispa tenía cargos en su contra por tráfico de drogas, portación de armas de fuego y homicidio, delitos por los que estuvo preso sólo cinco meses. Fue abatido por las fuerzas federales durante un tiroteo de casi diez horas en un complejo de departamentos de la colonia Villas del Río, en Puerto Vallarta.

Luego, el 23 de marzo, Heriberto Acevedo Cárdenas, alias El Gringo, sucumbió ante las balas durante un enfrentamiento con la Fuerza Única de Jalisco (FUJ) en Zacoalco de Torres.

Según informó el fiscal de aquel entonces, Luis Carlos Nájera Gutiérrez, El Gringo era jefe de plaza en Tlajomulco de Zúñiga, Cocula, Zacoalco de Torres, Tapalpa y Atemajac de Brisuelas. Además, reportes periodísticos lo señalaron como el responsable de introducir una nueva forma de ejecutar a los enemigos del CJNG, la cual consistía en pegarles dinamita al cuerpo y encender la mecha.

La primera respuesta del CJNG a este golpe fue un atentado el 30 de marzo contra el entonces comisionado de Seguridad del estado, Alejandro Solorio Aréchiga, quien resultó ileso.

El episodio verdaderamente atroz llegó una semana después, el 6 de abril. Ese día, unos 80 sicarios del cártel del Mencho se escondieron entre la maleza de la carretera Puerto Vallarta - Guadalajara en espera de un convoy de la Fuerza Única.

Según el relato del exfiscal Nájera compartido con El País, los agentes viajaban en una caravana de diez vehículos, de los cuales cuatro quedaron envueltos en la cortina de balas del CJNG.

Granadas calibre 40, ametralladoras M-60, fusiles con proyectiles perforadores y una pulida táctica militar fue lo que utilizó el grupo criminal para el letal ataque. No hubo enfrentamiento alguno, pues los oficiales ni siquiera tuvieron la oportunidad de ver a sus agresores.

En la emboscada fueron asesinados 15 de los 16 policías que quedaron bajo la lluvia de fuego del CJNG que duró cerca de media hora. Algunos cuerpos y vehículos fueron consumidos por las llamas. Los atacantes, en cambio, salieron de ahí sin un solo rasguño.

Horas más tarde, un comando armado asesinó al director de la policía municipal de Zacoalco de Torres, Miguel Ángel Caicedo Vargas. Su cuerpo fue encontrado con signos de tortura y con una cartulina que dejaba en claro que todo había sido en venganza de la muerte del Gringo.

Rosalinda González Valencia, alias La Jefa, es una de las figuras más relevantes del crimen organizado en Jalisco y Michoacán. Además de ser esposa del Mencho, es parte de uno de los linajes más prolíficos en cuanto a miembros de grupos delincuenciales se refiere.

Rosalinda y sus siete hermanas (Noemí, Berenice, Marisa, Erika, María Elena, Abigail y Estela) son identificadas como las máximas autoridades administrativas de los negocios del CJNG.

Sus hermanos, los González Valencia, integraron el clan de Los Cuinis, vinculado a redes de lavado de dinero a través de negocios como hoteles, restaurantes, clínicas de belleza, entre otros. El padre de todos ellos es nada más y nada menos que Armando Valencia Cornelio, El Maradona, fundador del Cártel del Milenio.

El 15 de noviembre de 2021, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) capturaron a La Jefa en Jalisco y la trasladaron de inmediato a la Ciudad de México. El motivo de su detención, además de sus vínculos con operaciones financieras ilícitas, fue que no había cumplido su acuerdo de libertad condicional.

Rosalinda González ya había sido aprehendida en mayo de 2018 como parte de la Operación Escudo Titán, pero fue liberada meses después tras pagar una multa de 1,5 millones de pesos. Aparentemente, tenía que presentarse a firmar ante las autoridades periódicamente, pero cuando no cumplió con ello fue considerada prófuga de la justicia.

Unas horas después de la recaptura de la esposa del Mencho, dos agentes de la Marina fueron “levantados” en la colonia Valle Real, en Zapopan. Se trató de un cabo conductor y una segunda maestre de Infantería de la Octava Zona Naval de Puerto Vallarta. Ambos desaparecieron cuando estaban en el estacionamiento de un Walmart.

De acuerdo con información obtenida por Infobae México, el yerno del Mencho, identificado como Christian Fernando Gutiérrez Ochoa, de 24 años, se encontraba en las inmediaciones del supermercado al momento de dicho evento. Presumiblemente, él y su pareja, Laisha Michelle Oseguera González (hija del Mencho) habrían orquestado todo.

Posteriormente, la Fiscalía General del Estado de Jalisco informó que el cabo y la segunda maestre fueron localizados durante la noche del viernes 19 de noviembre en la colonia Educación. Al momento de su hallazgo, el hombre presentaba algunos golpes, mientras que la oficial estaba intacta. Ambos fueron encontrados hincados, con las manos esposadas y el rostro cubierto.

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