El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, se reunió la tarde de este viernes en Washington, D.C. con el secretario de Estado de los Estados Unidos y el asesor de seguridad de la Casa Blanca, Antony Blinken y Jake Sullivan, respectivamente, para afinar detalles sobre la próxima visita del presidente Joe Biden a México en la Cumbre de Líderes de América del Norte.

En un mensaje a medios a su salida del Departamento de Estado, el canciller señaló que habló con Blinken sobre la agenda bilateral de cooperación, que incluyen temas como comercio, migración y seguridad, particularmente en el combate contra el tráfico de armas y fentanilo.

“Está prestando atención a todos los temas que compartimos, migración, seguridad, diálogo económico de alto nivel y otras iniciativas, prosperidad para nuestros países principalmente”, agregó.

Sin embargo, subrayó que la disputa sobre las importaciones del maíz transgénico fue otro de los motivos para visitar EEUU, en cual llegaron un acuerdo al respecto para finales de enero.

Por su parte, Blinken sostuvo que tanto el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador como el de Biden trabajan para construir y fortalecer la competitividad de América del Norte.

Sobre la crisis de Perú, se limitaron a “aclarar la postura” de cada Gobierno. Estados Unidos apoya al nuevo Gobierno de Dina Boluarte, mientras que México ha ofrecido asilo al expresidente Pedro Castillo.

En el encuentro bilateral participaron el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán; el jefe de la Unidad para América del Norte, Roberto Velasco Álvarez; y Daniel Millán Valencia, jefe y de la Oficina del secretario de Relaciones Exteriores.

En otras noticias, el presidente López Obrador desestimó este viernes de manera irónica la petición del Congreso de los Estados Unidos a Joe Biden por la reforma en materia electoral.

Durante su conferencia matutina sostuvo que su homólogo tiene asuntos más importantes en que ocuparse, además, destacó la confianza en la política de no intervención por parte de su administración.

Aseguró que las buenas relaciones entre naciones responde directamente al respeto mutuo que ha prevalecido a las soberanías de cada una. Además, se mofó de las críticas hechas por cierto sector político y comunicadores que ha acusado a la iniciativa que reforma a la ley electoral como una amenaza a la democracia en el país:

Indicó que el proyecto que aún está por aprobarse de forma definitiva (en la cámara de Diputados avanzó, pero falta la ratificación del Senado de uno de los dos dictámenes), no es de tal relevancia para que sea abordado por el jefe de Estado de una de las principales economías del planeta, aunque reconoció a Antony Blinken como el funcionario de más alto cargo que pudiera abordar el tema.

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