Tras el deceso de Héctor Bonilla, quien perdió la vida el pasado viernes 25 de noviembre a los 83 años tras una larga lucha contra el cáncer de riñón, el emblemático actor mexicano fue homenajeado en el monumental Palacio de Bellas Artes este lunes 28 por la tarde.
Como resultado de la colaboración entre la secretaria de cultura Alejandra Frausto y la directora del INBAL, Lucina Jiménez, se llevó a cabo el homenaje póstumo al actor, al que acudieron su hoy viuda, Sofía Álvarez, y sus hijos Sergio y Fernando.
En el evento realizado bajo la venia del Instituto en el que el fallecido estudió Teatro en su juventud, se congregaron distintas figuras del medio artístico nacional como Demián Bichir, Leticia Huijara y Damián Alcazar y se enalteció el legado del prolífico actor, quien participó en numerosas películas, más de 140 obras teatrales y distintas telenovelas y series.
Fue la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, quien destacó el nombre del fallecido y respetado histrión para dar comienzo al evento “Su legado no acaba con su partida. Fue actor excepcional, dramaturgo, director, productor, gestor, líder gremial, pero sobre todo fue un maestro de oficio y ejemplo de vida para varias generaciones”.
Entre la constante ovación y mensajes de amor de los asistentes, destacó el amoroso discurso de Sofía Álvarez, la mujer con la que Héctor Bonilla estuvo casado desde 1985 y hasta el final de sus días. “Durante cuatro años y cuatro días pensaba con terror en que este día llegaría irremediablemente. Hoy estoy aquí, arropada por amigos entrañables, nuestros hijos, nuestros nietos […] Gracias, Héctor, por tu buen humor, tu enorme esfuerzo y disciplina de todos los días, por tu inmenso amor a tus amigos, a tu profesión, a tu país, a tus hijos, a tus nietos y a mí... Gracias a ti, vamos a estar bien”, expresó.
Otro emotivo momento del evento llevado a cabo en el recinto cultural más grande del país fue cuando sus hijos, Sergio y Fernando Bonilla leyeron un texto que relata pasajes de la vida del actor de El bulto, Rojo amanecer y Crónica de un desayuno, su nacimiento, infancia e incluso su postura ideológica.
“Los colores azul y oro lo acompañaron hasta la muerte; lo cremamos con sus pants de los Pumas… y sin maquillaje. […] El deporte fue muy importante para él […] Fue un aficionado muy, muy, muy ferviente, la derrota de alguno de sus equipos le podía arruinar, y alguna victoria importante era la excusa para convocarnos a agarrar la peda”, dice el texto que leyeron en conjunto los hijos del fallecido actor y su viuda.
“Durante toda su trayectoria se pasó las etiquetas por los huevos, y así trabajó con el mismo en una telenovela o en una película independiente. Siempre fue muy activo políticamente, luchó por la equidad social y laboral dentro y fuera de su gremio. Participó en tantos mítines, marchas, asambleas y plantones, que deberían haberle develado una placa”, aseguró su hijo Sergio.
Otras figuras del espectáculo tomaron el micrófono para destacar la trayectoria del actor nacido en Ciudad de México en 1939, y contar alguna anécdota de su paso por por los foros y escenarios teatrales, como Sergio Corona y Damián Alcázar, siendo este último quien lo llamó “maestro”.
“Es mi maestro, mi padrino. Un hombre generoso, principalmente un hombre generoso, solidario que luchó muchísimo”, resaltó el actor de Un mundo raro.
Héctor Bonilla desarrolló sus habilidades actorales en telenovelas, series de televisión o películas, pero también ejerció como director, productor e incluso músico. Estudió en la Escuela Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes de México (INBA), donde desarrolló el talento interpretativo que le llevaría a participar en más de 30 películas y otras tantas telenovelas.
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