La presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) Rosario Piedra Ibarra, ha estado en el ojo del huracán desde que emitió la recomendación 46/2022 en contra del Instituto Nacional Electoral (INE) y a favor de la Reforma Electoral de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), razón por la que ha sido duramente criticada y tachada de ser parcial, además de servil al régimen obradorista.
A pesar de que los mismos miembros de la Comisión se mostraron en desacuerdo y se deslindaron del hecho, Piedra Ibarra ha mantenido su posicionamiento en reiteradas ocasiones. Y durante el martes no fue la excepción.
Pues durante su comparecencia en la Cámara de Diputados, Rosario Piedra Ibarra defendió su gestión como presidenta de la CNDH e incluso aprovechó para mostrar su postura a favor de la reforma electoral a través de un alegato peculiar contra el árbitro electoral que llamó a todos la atención.
“Acabamos de emitir una recomendación precisamente, porque la impunidad no empieza ahorita (...) lleva años en este país, lleva atropellos, ejecuciones extrajudiciales y por eso la recomendación que hicimos para lo del INE porque hubo una masacre terrible el 7 de julio de 1952 de más de 500 ciudadanos mexicanos que se manifestaban en forma pacífica y lo único que pretendían era que se respetara el derecho al voto y hubo fraude electoral”.
Fue así que señaló que la CNDH hizo una recomendación contra el INE por una masacre ocurrida hace 70 años, cuando aún no existía el Instituto Federal Electoral (IFE), antecesor del INE, fundado en 1990. Aquella conocida como La Masacre de la Alameda.
Qué fue “La Masacre de la Alameda”
Esta derivó de una manifestación pacífica realizada en la capital del país por un presunto fraude en las elecciones presidenciales de aquel año, en donde resultó electo Adolfo Ruíz Cortínes, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en lugar de Miguel Henríquez Guzmán.
Guzmán era miembro del PRI que había aspirado a la candidatura presidencial en dos ocasiones anteriores. Tras no recibir la oportunidad por tercera ocasión, se lanzó con la Federación de partidos del Pueblo Mexicano (FPPM), que estaba respaldada por la Unión de Federaciones Campesinas de México (UFCM) con la que se buscaba una alternancia en la política.
Cuando llegó el día de las votaciones, el 6 de julio de 1952, hubo altercados en las zonas en las que había preferencia hacia Henríquez Guzmán y poco antes de darse las cifras para conocerse al ganador, los periódicos indicaban que Ruíz Cortines era quien llevaba la ventaja y lo declaraban ganador.
Por este motivo, un día después de las elecciones, el 7 de julio de 1952, los miembros del FPPM se congregaron en la Alameda Central de la Ciudad de México, tras una convocatoria a la Fiesta de la Victoria. Mientras llegaban al punto de reunión, los henriquistas gritaban “fraude electoral”.
Sin embargo, alguien disparó. Y ese disparo sirvió como señal para las fuerzas armadas que abrieron fuego en contra de los henriquistas. Entre gases lacrimógenos, culatazos y las embestidas de las autoridades montadas armadas con sables, la gente caía muerta o herida.
El número que dejó la masacre fue alrededor de 200 personas y más de 500 detenidos, aunque se desconocen las cifras exactas, pues varios cuerpos fueron llevados al Campo Militar No. 1 donde fueron incinerados.
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