Agentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) decomisaron miles de pastillas de aparente droga de colores, píldoras de fentanilo y casi una tonelada de más narcóticos en un vehículo abandonado en Baja California.
De acuerdo con el reporte de las autoridades militares, el cargamento fue asegurado el pasado 15 de octubre tras investigaciones de gabinete en el municipio de Ensenada para detectar un posible envío del narco.
“Al realizar trabajos de inteligencia y coordinación interinstitucional para fortalecer el Estado de derecho en el país y detectar organizaciones criminales con presencia en citada entidad federativa, el personal del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional tuvieron conocimiento de un trasiego de droga”, precisó la Sedena.
Fue entonces que se desplegó un operativo con previa planeación por parte de los agentes federales para intensificar patrullajes y reconocimientos en el ejido Héroes de la Independencia, donde detectaron a los supuestos traficantes.
Ese grupo de presuntos delincuentes viajaban en una furgoneta blanca, pero tan pronto como notaron la presencia de soldados y guardias nacionales se dieron a la fuga en diferentes direcciones. No pudieron alcanzarlos.
“El personal militar resguardó el área estableciendo un perímetro de seguridad y los agentes de la Guardia Nacional llevaron a cabo la revisión del automotor y las diligencias correspondientes”, añadió el informe oficial.
Ya con las inspecciones se localizaron dosis de drogas sintéticas. Los elementos incautaron 150 mil pastillas de fentanilo, así como mil píldoras de diferentes colores. Aún no se ha precisado, pero posiblemente se trate del fentanilo arcoíris.
La mayoría de los paquetes en costales llevaban 743 kilos de metanfetamina, 400 gramos de una sustancia en polvo, así como 44 kg de cocaína. Toda la droga, además del vehículo, fueron asegurados y puestos a disposición de autoridades ministeriales.
“Estas actividades se llevaron a cabo con apego al Estado de derecho, con lo que se evita que este tipo de sustancias adictivas afecten la salud y desarrollo integral de la juventud mexicana”, informó la Sedena.
Ensenada, al igual que municipios como Mexicali y Tijuana en Baja California, es puerta de entrada para los narcos que envían drogas a Estados Unidos. Al mismo tiempo, esa zona fronteriza sirve para el tráfico de armas que empodera a los cárteles en su capacidad de fuego para desafiar a las Fuerzas Armadas.
El fentanilo es un mortal opioide sintético que recobró interés en el mercado negro del vecino país norteamericano y, al menos desde 2014, los grupos criminales en México vieron el potencial para su producción, venta y ganancias millonarias con pocas dosis.
De acuerdo con la Administración del Control de Drogas (DEA), el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación que operan desde México son los principales responsables de inundar las calles de EEUU con el narcótico que ha generado cientos de miles de muertes por sobredosis en los últimos años.
Una de las nuevas tácticas de ambos cárteles ha sido el fentanilo arcoíris que, todo indica, se pudo decomisar por el Ejército en Ensenada hace cuatro días.
Tan solo en agosto de 2022, la DEA decomisó fentanilo de colores brillantes y pastillas del mismo tipo en 18 de los 50 estados que conforman el país norteamericano. Esto volvió a encender las alertas para advertir a menores de edad.
“Esta tendencia parece ser un nuevo método utilizado por los cárteles de la droga para vender fentanilo altamente adictivo y potencialmente mortal hecho para que parezca un caramelo para niños y jóvenes”, previó la dependencia.
La DEA calificó la disponibilidad de rainbow fentanyl como una alarmante tendencia emergente. Se trata de píldoras y polvo que son suministrados en una variedad de colores, formas y tamaños.
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