Por la tarde del jueves, los servicios de emergencia del municipio de Panotla, en Tlaxcala, tuvieron que trasladarse a una preparatoria para a tender a un grupo de estudiantes que se habían intoxicado por beber café.

Esto ocurrió en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado (CECyTE) de la localidad de San Tadeo Huiloapan, en donde seis alumnos presentaron síntomas de intoxicación luego de haber ingerido cafeína, según informaron las autoridades del Ayuntamiento de Panotla.

Al centro de estudios llegaron siete ambulancias, así como doctores especialistas en epidemiología y personal de Protección Civil tanto del estado como de la demarcación referida. De igual modo se presentaron algunos agentes de la Policía Municipal. Gracias al pronto aviso a los servicios de auxilio, los estudiantes pudieron recibir la atención necesaria a través del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) estatal.

Según reportaron medios locales, los alumnos intoxicados habrían presentado malestares como mareo y ansiedad. Para su fortuna y para tranquilidad de sus familias, todos los jóvenes que recibieron el apoyo del personal médico se encuentran fuera de peligro.

No obstante, recalcó el Ayuntamiento, será necesario realizar varios estudios para determinar la razón de que el café hubiera provocado dicha intoxicación. Fue un grupo de especialistas el que se encargó de recabar las muestras para examinarlas.

Adicionalmente, y después de una evaluación, se determinó que no había un riesgo generalizado para el resto de la comunidad estudiantil, docente o administrativa.

Con este ya son tres casos de intoxicación múltiple registrados en planteles educativos del país tan sólo en las últimas dos semanas, lo que ha captado la atención de los medios y la sociedad civil, especialmente porque los dos primeros ocurrieron en Chiapas.

El 11 de octubre pasado se reportó que al menos siete estudiantes de la Secundaria Federal 1 de Tapachula resultaron intoxicados presuntamente con sustancias ilícitas.

Medios locales reportaron de manera preliminar que cuatro de ellos recibieron atención médica al interior del plantel debido a que habían sufrido desmayos, náuseas y mareos. Además, se tenía previsto su traslado a unidades de salud cercanas con el fin de darle seguimiento a su estado.

La noticia generó el pánico entre las familias de los estudiantes, quienes acudieron a la institución y accedieron por la fuerza para sacar a sus hijos. Aquel día denunciaron que la planta administrativa no les brindó información suficiente y clara respecto a lo que había ocurrido con los jóvenes.

Este caso ocurrió apenas cuatro días después de que, el 7 de octubre, se presentara una intoxicación masiva en una secundaria del municipio de Bochil, ya que al menos 110 estudiantes resultaron afectados.

Según informaron testigos las y los alumnos comenzaron a presentar malestares luego de haber consumido agua. De manera extraoficial se consideró que el líquido pudo haber estado contaminado y, aunque la Fiscalía estatal no confirmó dicha versión, en el lugar fueron encontrados 33 botes de plástico y bolsas de Nylon con una sustancia color azul.

Lo que sí confirmaron las fuerzas de seguridad fue que al menos tres de los adolescentes intoxicados habían ingerido cocaína de manera involuntaria, de acuerdo con los exámenes toxicológicos que se les practicaron.

De los 57 estudiantes que fueron atendidos por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) todos se reportaron como estables a excepción de uno, cuyo estado de salud se determinó como grave.

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