El empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego es una de las personas más ricas de México. El magnate está al frente de diversas empresas y cuenta con una fortuna que asciende a USD 12 mil 450 millones, lo que lo posiciona como la tercera persona más rica del país, solo por detrás de Carlos Slim Helú, la persona más rica de México, quien cuenta con una fortuna de USD 81 mil 200 millones, según Forbes, y de Germán Larrea Mota Velasco, la segunda persona más rica del país, con una fortuna de USD 30 mil 850 millones.
Ricardo Salinas Pliego inició su carrera como empresario cuando se convirtió en Director General de Elektra en 1987. Sin embargo, antes de iniciar su carrera en el sector de los negocios, Salinas Pliego consiguió su primer empleo en la fábrica de uno de los proveedores de Elektra, llamado Camas Lamas. Su empleo consistía en cargar colchones de la línea de producción al almacén y, de ahí, a un camión que los transportaba hasta los puntos de venta.
Posteriormente, el segundo empleo de Salinas Pliego, fue como empleado de la cadena de tiendas departamentales y cafeterías Sanborns. En esa empresa se desempeñó en el departamento de auditoría, así lo señaló en su blog oficial. En esta plataforma, también comparte información relacionada con su biografía e información relativa al emprendimiento.
Otro de los “datos curiosos” que ha compartido el magnate a través del mismo medio, fue el descubrimiento de su vocación orientada a la contabilidad y los negocios. Cuenta que, cuando estudiaba en el Tecnológico de Monterrey en la década de los 70, sus preguntas molestaron al director de la carrera de Economía, quien lo expulsó del salón de clase. Ante esto, Salinas Pliego comentó: “Me hizo un favor, gracias a él decidí estudiar contabilidad que es el lenguaje de los negocios”.
Además, afirmo que, una vez graduado como Contador Público, su papá le obsequió 5 mil dólares, dinero que decidió invertir con uno de sus amigos en un restaurante llamado “El Estoril”, no obstante, el negocio no fue lo que esperaba, por lo que decidió no volver a invertir en el sector restaurantero.
Cabe destacar que Sanborns no fue la única compañía en la que ofreció sus servicios en el campo de la auditoría, también fue prestador para la empresa Arthur Andersen, una de las firmas con mayor reconocimiento a nivel mundial, cuya operación se vio interrumpida en el año 2002 debido al fraude financiero de la empresa energética Enron, uno de sus clientes potenciales.
Además, Salinas Pliego mencionó en su blog otro dato curioso sobre la consolidación de una de las televisoras más reconocidas a nivel nacional: TV Azteca. Comentó a través de una videocápsula que, “en 1993, junto con un grupo de inversionistas, ganó la licitación de un paquete de medios de comunicación propiedad del gobierno. El reto era enorme: convertir un conjunto de activos obsoletos en un negocio próspero. Gracias al esfuerzo de miles de personas, TV Azteca se convirtió en una empresa sólida y rentable que rompió con un monopolio y contribuyó a la transformación democrática de un país”.
Ante esto, el magnate subrayó durante una entrevista para Entrepreneur, medio especializado en negocios, que la compra de TV Azteca ha sido uno de los mejores aciertos de Grupo Salinas. “Me costó mucho trabajo meternos a la licitación, porque el gobierno lo quería vender a sus cuates y yo no lo era. Dijeron que solamente gente con experiencia en la industria y yo no la tenía”, aseguró.
Otros negocios del empresario, además de los consorcios de Grupo Salinas, Grupo Elektra, Total Play y TV Azteca, han sido la fabricación de coches chinos para su venta en territorio mexicano.
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