El próximo jueves 22 de septiembre se cumple un año más de la fundación de la Máxima Casa de Estudios, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Esta casa de estudios se inauguró un 22 de septiembre de 1910, y fue nada más y nada menos que el expresidente Porfirio Díaz quien la inauguró.
Sin embargo, fue Justo Sierra quien, unos meses antes, en abril de 1910, presentó, después de varios intentos, un proyecto para la fundación de la Universidad Nacional. Dicha institución estaría formada por la Escuela Nacional Preparatoria, la Escuela de Medicina, la de Ingenieros, la de Jurisprudencia y de Bellas Artes.
De la Universidad Nacional Autónoma de México han egresado las mentes más brillantes de México, que han destacado en diferentes ramos, como la ciencia, la literatura, la política y la música, entre otros.
Prueba de ello es que, los tres mexicanos que han sido merecedores del Premio Nobel, han sido egresados de la UNAM. Hablamos de Alfonso García, quien obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1982; Octavio Paz, quien en 1990 fue nombrado Nobel de Literatura, y Mario Molina, quien en 1995 obtendría el Premio Nobel de Química.
Además, la UNAM participa activamente en la cultura y el deporte en el país. La universidad que está posicionada en la mayoría de los rankings, como la mejor de México, tiene diversos campus, sin embargo, el más representativo y el principal es el de Ciudad Universitaria (CU), ubicado al sur de la Ciudad de México (CDMX).
El primer antecedente que se tiene de la creación de CU, se remonta a 1928, cuando los alumnos de la Escuela Nacional de Arquitectura, Mauricio de María y Campos y Marcial Gutiérrez Camarena, presentaron una propuesta al respecto como parte de su tesis de grado.
Fue hasta 15 años después, en 1943, que la idea comenzó a materializarse, cuando siendo rector de la UNAM Rodulfo Brito Foucher, se eligió al Pedregal de San Ángel como el lugar en el que se construiría la Ciudad Universitaria.
Durante el rectorado de Genaro Fernández McGregor, la Universidad presentó al gobierno federal una propuesta para la Ley sobre Fundación y Construcción de la Ciudad Universitaria, la cual fue aprobada por el Congreso de la Unión el 31 de diciembre de 1945, y al año siguiente, el rector Salvador Zubirán gestionó la adquisición de los terrenos requeridos, cuya extensión alcanzaba las 733 hectáreas, mientras que el presidente de la República, que en aquel año era Manuel Ávila Camacho, expidió el decreto de expropiación correspondiente, el 11 de septiembre de 1946.
Para finales del mismo año, siendo ya presidente Miguel Alemán Valdés se dispuso de los recursos financieros necesarios para continuar con el plan de construcción. Se organizó un concurso de anteproyectos, al que fueron convocados la Escuela Nacional de Arquitectura, la Sociedad de Arquitectos Mexicanos y el Colegio Nacional de Arquitectos de México.
Las propuestas de la Escuela Nacional de Arquitectura, junto con las realizadas por la Sociedad de Arquitectos, fueron presentadas ante el jurado conformado por el representante del rector de la UNAM y los presidentes del Colegio Nacional de Arquitectos de México y de la Sociedad de Arquitectos Mexicanos, quienes dictaminaron a favor del proyecto de la escuela universitaria. Se designó a Mario Pani y a Enrique del Moral como los encargados de la dirección del proyecto final.
En 1948 iniciaron las primeras obras de infraestructura y se instalaron drenajes, túneles y puentes. Sin embargo por diversos motivos, entre ellos la escasez de recursos económicos, las obras avanzaron lentamente. Gracias al interés expresado por Miguel Alemán, los esfuerzos fueron renovados.
El 5 de junio de 1950 se colocó formalmente la primera piedra de la Ciudad Universitaria —del edificio que posteriormente sería la Torre de Ciencias—, en una ceremonia presidida por el rector Luis Garrido y el secretario de Gobernación, Adolfo Ruiz Cortines. Predominaron el uso óptimo de los recursos, el orden y una rapidez inusual que permitió que las obras concluyeran en menos de tres años. En nuestro país nunca se había concentrado a tantos arquitectos e ingenieros, pues participaron más de sesenta proyectistas, doscientos residentes, contratistas y supervisores, y cerca de diez mil obreros trabajaron en esta magna construcción.
El 20 de noviembre de 1952 se efectuó la “Dedicación de la Ciudad Universitaria”, ceremonia encabezada por el presidente Miguel Alemán, con la que se inauguró oficialmente la Ciudad Universitaria. La mudanza de las escuelas dio comienzo en 1953 y fue coordinada por el doctor Nabor Carrillo, quien había tomado posesión como rector en febrero de ese año. En marzo de 1954 dieron inicio las actividades escolares. A casi setenta años de su creación, el Campus Central de Ciudad Universitaria sigue siendo un ejemplo de la gran arquitectura del siglo XX en México.
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