Este miércoles 21 de septiembre, el Pleno del Senado de la República inició la discusión final para votar la reforma constitucional que extiende la responsabilidad operativa y administrativa de la Sedena en la Guardia Nacional (GN) hasta 2028; sin embargo, tras avecinarse un rechazo legislativo al conformar la mayoría calificada, Morena promovió un recurso para que la minuta sea regresada a comisiones para que sea dictaminada nuevamente en virtud de contar con el visto bueno de las mayorías.
Los responsables de realizar esta maniobra fueron los morenistas Oscar Eduardo Ramírez Aguilar y Rafael Espino de la Peña, presidentes de las comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos Segunda, respectivamente, quienes elaboraron el recurso y lo presentaron ante la Mesa Directiva del Senado para que sea sometido a votación económica (mano alzada) del Pleno.
Cabe destacar que cuando Alejandro Armenta, presidente de la Mesa Directiva, dio aviso de recibido del recurso y promovió su lectura, las y los miembros de la oposición quisieron no reconocer la procedencia de la petición, pues pocas horas antes habían presentado otro oficio con la misma intención, pero mal requisitado. Bajo esa lógica, las bancadas del PRI, PAN, PRD y MC argumentaron que este recurso sólo se puede presentar una vez y como ya se había presentado, este no puede ser sometido a votación ante el Pleno.
Sin embargo, la presidencia del Senado recordó que esto solo aplica en caso de que la Mesa Directiva haya dado a lugar el primer documento, algo que no ocurrió, pues fue este mismo organismo el que dio reversa al primer documento, por lo que al recibir el segundo, éste fue presentado para su votación. Con ello, la mayoría simple de Morena y sus aliados remitieron a las comisiones unidas el proyecto de decreto.
Y es que para que esta iniciativa sea ratificada en el Senado de la República se necesita dela mayoría calificada, es decir, dos terceras partes, lo que se traduce en un total de 86 votos a favor de los 128 integrantes de la Cámara Alta, con ello, los partidos promotores de la llamada Cuarta Transformación (4T) deben de buscar el consenso de las bancadas opositores.
Esta circunstancia es particularmente difícil en el Senado, pues en la Cámara de Diputados esta iniciativa pasó fácilmente porque es una reforma promovida y apoyada desde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y, como empata con la agenda política de Morena, pues juntó la mayoría calificada del Palacio Legislativo de San Lázaro.
Sin embargo, el PRI en el Senado manifestó su aversión a esta iniciativa, por lo que Morena debe de conciliar urgentemente con las fuerzas opositoras en virtud de que éstas queden satisfechas con la redacción final de la iniciativa y, así, contar con su voto. Esto porque Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador de la bancada tricolor en el Senado, y Claudia Ruiz Massieu, senadora del PRI, se posicionaron en contra.
En relación a la discusión parlamentaria, Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), señaló que es de suma importancia que el Senado apruebe esta iniciativa, de lo contrario se podría en riesgo la vida del pueblo de México, ya que las fuerzas civiles (policías municipales y estatales) no tienen la capacidad de sustituir a las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad y no confía en que esta condición cambie en 18 meses.
“¿Quién los va a substituir? ¿Qué fuerza civil tiene la característica para enfrentar la delincuencia y el crimen organizado?”
Por lo que sostuvo que la discusión de este miércoles forma parte de un maniqueísmo parlamentario, pues el debate del Senado debería de estar centrado en la modificación al 5° transitorio constitucional y no el militarismo, como la oposición parlamentaria lo quiere hacer ver: “lo que estamos debatiendo es la prórroga que aún no se vence de marzo de 2024 a marzo de 2028, eso es todo”. Por lo que promovió que se regresara a comisiones dicha iniciativa.
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