Plaza Garibaldi: el revolucionario extranjero por el que lleva ese nombre el icónico lugar de la CDMX

Uno de los atractivos más visitados de la Ciudad de México, por su cultura y tradición, es la Plaza Garibaldi, en donde se reunen mariachis y se respira lo mexicano. Esta plaza se encuentra situada en la parte centro norte del Centro Histórico de la Ciudad de México, en el barrio de La Lagunilla, sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas y las calles de Allende, República de Perú y República de Ecuador, en la colonia Guerrero. Es colindante con el conocido como barrio bravo de Tepito.

Además de tener mariachis por doquier, también es famosa por contar con grupos norteños, tríos románticos, y grupos de música veracruzana que ahí se reúnen, vestidos con su atuendo típico y equipados con sus instrumentos musicales. Por muchos años ha sido el lugar de elección para conseguir un mariachi quien cante o acompañe una serenata, toque y cante en una fiesta de XV años, en algún cumpleaños, noche mexicana o cualquier otro festejo.

No siempre ha llevado el nombre por el que se le conoce ahora: Garibaldi. Y es que el nombre de esta plaza durante la época colonial, era Plazuela de Jardín, y más tarde fue nombrada com Plaza del Baratillo, nombre que adoptó en 1871, cuando fue sede de El Baratillo, un tianguis en el que se comercializaban objetos usados y baratos y que anteriormente se ubicaba en la Plazuela del Factor. Conservó ese nombre hasta 1921, año en el que se celebró el primer centenario de la consumación de la Independencia de México, y cambió su nombre a Plaza Garibaldi, en alusión al nieto de Giuseppe Garibaldi, José “Peppino” Garibaldi, quien combatiera en 1911 en las filas de Francisco I. Madero en Chihuahua, durante la Revolución Mexicana.

En la actualidad, esta es una de las plazas más concurridas derivado de su ambiente festivo dedicado a la música mexicana, en especial para el mariachi. A diario, cientos de personas se congregan para escuchar grandes interpretaciones, ya sea por un trío, un grupo de marimba o norteña. La plaza también destaca por estar rodeada de restaurantes y centros típicos, para disfrutar de veladas inolvidables con la familia, los amigos y la pareja.

La palabra Garibaldi nos remite a un lugar ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Se trata, como ya se comentó anteriormente, de una plaza ubicada en los límites del centro de la capital, y contrario a lo que se pueda pensar, no hace alusión a ningún músico, político, artista deportista o personaje mexicano.

Aunque combatió en la Revolución Mexicana, José Garibaldi, en cuyo honor se bautizó a esta plaza, no nació en México, sino en Auatralia, y era nieto de Giuseppe Garibaldi, un militar que luchó junto con el Rey de Cerdeña, Víctor Manuel II, para lograr la Unificación de Italia en el siglo XIX. El abuelo de José Garibaldi fue un importante personaje en la historia de Italia.

El nombre real de Garibaldi, que luchó en la Revolución Mexicana también era Giuseppe, como el de su abuelo, pero en México era conocido como José, o también tenía el apodo de Peppino. Él nació en la ciudad de Melbourne, Australia, en 1879, y participó en diferentes movimientos revolucionarios alrededor del mundo, como los de Sudáfrica, Venezuela y Guyana.

En 1910 llegó a Chihuahua atraído por la fiebre del oro. Sin embargo no tuvo suerte y tras el estallido de la Revolución se enrolo en las tropas de Francisco I. Madero, en donde también se le conoció con el apodo de gringo, y formó una especie de Legión Extranjera, que era algo así como un batallón formado por extranjeros que lucharon en México.

Su sangre y fama revolucionarias hicieron que se convirtiera en uno de los hombres más cercanos a Madero, quien lo nombró General. Esto no fue bien visto por personajes como Villa y Pascual Orozco, por tratarse de un extranjero como General del ejército en México.

Fue debido a sus diferencias con Villa que Garibaldi, tras intervenir solamente en dos batallas en Chihuahua, debió salir del país e irse a Europa. Luego de participar en la Primera Guerra Mundial, incursionar en la política y vivir un retiro en Nueva York, Garibaldi murió en Roma en 1950 a los 71 años.

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