En su informe técnico semanal, la Secretaría de Salud de México apuntó que hasta el 22 de agosto se notificaron 862 casos sospechosos de viruela símica, de los que 386 están confirmados, 172 están bajo estudio y se han descartado 304.
Los casos de viruela del mono en México se han detectado en 24 de los 32 estados, con el 97% de ellos en hombres, de los que el 47,2 % están entre los 30 y los 39 años.
Sin embargo, con el regreso a clases de este lunes 29 de agosto, las madres y los padres de los millones de alumnos de kínder, primaria y secundaria mantienen cierta preocupación por este virus debido a las situaciones de convivencia grupal en las escuelas y guarderías.
Cabe destacar que científcos han determinado que la viruela símica no es tan contagiosa como se pensaba en un inicio, aún así te presentamos algunas recomendaciones hechas por expertos para reducir el riesgo de que tus hijos puedan contraer este virus.
Los padres preocupados por el virus quizá se sientan aliviados de saber que muchas de las precauciones y comportamientos que se adoptaron ante la pandemia pueden aplicarse para proteger a los niños contra la viruela del mono: usar cubrebocas en lugares cerrados concurridos, evitar compartir artículos de uso personal, aumentar la frecuencia del lavado de manos y aislarse en casa cuando se está enfermo.
Es importante prestar atención a las erupciones nuevas en la piel y otros síntomas: “Lleva a tu hijo a que lo evalúe un médico si la erupción empieza a extenderse o es algo que no has visto antes en tu hijo”, adviertió Ibukun Kalu, especialista en enfermedades infecciosas en la Facultad de Medicina de la Universidad Duke, de Estados Unidos.
Cómo se contagia la viruela del mono
La viruela símica no se contagia tan fácilmente como el Covid-19 u otras afecciones comunes entre los niños, afirmó el especialista médico.
Normalmente se requiere el contacto directo con la erupción cutánea de una persona infectada y según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) de los EEUU, la viruela del mono también puede propagarse al tocar objetos, telas y superficies que hayan sido utilizadas por alguien contagiado y que no se hayan limpiado, o por medio de las gotitas respiratorias expulsadas por una persona infectada durante un contacto directo.
No obstante, nuevos datos sugieren que el contacto indirecto y la contaminación ambiental no son fuentes importantes de transmisión. Si alguien con viruela del mono acude a espacios compartidos, como oficinas o escuelas, los científicos han descubierto que esa persona no deja suficiente virus vivo que pueda replicarse e infectar a otros.
Además, hay una vacuna y un tratamiento para la viruela símica, del cual en México se ha comprobnado la eficacia de la atención médica oportuna para las personas contagiadas.
Con niños en guardería o maternal (de 0 a 4 años)
Dado que la viruela del mono se propaga principalmente a través del contacto cercano y prolongado, los bebés y los niños pequeños podrían, en teoría, contraer la viruela del mono a través de cuidadores que estén enfermos —si estos abrazan o besan a los niños, cambian los pañales sucios con una erupción expuesta en las manos— o a través de juguetes contaminados, utensilios y camas compartidas.
Sin embargo, a raíz de la pandemia de coronavirus la mayoría de las guarderías ya tienen políticas sanitarias para desinfectar los juguetes y las superficies, así como para evitar compartir camas, sábanas o ropa.
“Creo que lo importante es saber que la viruela del mono es extraordinariamente rara en los niños, sobre todo en los niños pequeños”, dijo Kristina Bryant, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas del Hospital Infantil Norton de Louisville, Kentucky, y miembro del Comité de Enfermedades Infecciosas de la Academia Estadounidense de Pediatría.
Dicho esto, los padres deben tomarse en serio cualquier sarpullido que aparezca, sobre todo si dura más de unos cuantos días o si va acompañado de fiebre, aconsejó Bryant.
Aunque los expertos afirman que es mucho más probable que se deba a una enfermedad común de la infancia, como la enfermedad de manos, pies y boca, la viruela del mono puede ser más grave en niños menores de 8 años, así como en aquellos que están inmunodeprimidos o tienen ciertas afecciones cutáneas como el eczema.
Con niños de prescolar o primaria (de 4 a 10 años)
Al igual que en las guarderías, es importante mantener en casa a los niños con sarpullido y fiebre y animarlos a lavarse las manos con frecuencia. “Creo que los protocolos que tienen las escuelas no han hecho más que mejorar desde el COVID”, dijo Bryant. “Esa es la buena noticia”.
Los niños de esta edad también entienden bastante bien conceptos como no tocar a los demás y no compartir objetos personales, estrategias que pueden ayudar a prevenir el contagio de los problemas más comunes del regreso a la escuela, así como los raros casos de viruela del mono, explicó Bryant.
Según la especialista, también será importante que los padres y los adultos en casa sean conscientes de su propia salud y se muestren abiertos a hablar con sus hijos sobre la enfermedad de forma adecuada a su edad.
Si alguien se contagia de viruela del mono, debe aislarse en una habitación lejos de los demás en la medida de lo posible, llevar una mascarilla médica bien ajustada y cubrirse la erupción con mangas largas, pantalones o guantes.
“Los casos en niños se han relacionado con la transmisión en el hogar”, señaló Bryant. “Así que la mejor manera de proteger a los niños de la viruela del mono es que los padres se protejan a sí mismos”.
Con niños en la pubertad o adolescencia (de 11 a 15 años)
Los niños mayores que participan en deportes de contacto cercano, como la lucha libre, o en actividades que implican compartir trajes o uniformes, podrían correr un mayor riesgo de contraer la viruela del mono en comparación con sus compañeros.
Pero eso no significa que los estudiantes deban dejar de realizar estas actividades, siempre que las autoridades de la escuela y los padres sean conscientes de qué actividades y áreas tienen potencial para la transmisión del virus, y lo comuniquen claramente a los estudiantes, los riesgos de contraer la viruela del mono se pueden contener.
Cómo identificar los síntomas
La erupción cutánea de la viruela del mono comienza con lesiones rojas que a veces se hinchan y se llenan de pus. Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluidos el rostro, las manos, los pies y los genitales, y a veces se parece a la varicela (causada por un virus no relacionado) o a la enfermedad de manos, pies y boca, un sarpullido común en la infancia que suele circular durante la temporada de regreso a clases.
Otros síntomas de la viruela del mono son fiebre, dolores de cabeza y musculares, inflamación de los ganglios linfáticos y dolor o sangrado rectal. Los síntomas pueden aparecer hasta tres semanas después de la exposición y durar de dos a cuatro semanas.
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